El dólar cerró la jornada a la baja, mientras los inversionistas esperan nuevas pistas sobre el crecimiento y la senda de los tipos de interés. Además, el oro subió y el Bitcoin superó la barrera de los US$90.000.

La divisa cerró el lunes en $4.400,83, ubicándose $54,03 abajo de la Tasa Representativa del Mercado, que estaba en $4,454,68, también tocó un máximo de $4.425. Mientras que el mínimo fue de $4.385,35. Se registraron 1.307 transacciones por US$927,9 millones.

Según Bloomberg, la elección del Secretario de Tesoro, por parte de Trump, está en el punto de mira esta semana, junto con los resultados de Nvidia Corp. del miércoles, que pondrán a prueba la sostenibilidad de las ganancias bursátiles impulsadas por la IA.

"Debería ser una semana más tranquila a medida que se ralentiza, en teoría, la reciente e incesante oleada de noticias macroeconómicas y políticas de EE.UU.", afirmó Jim Reid, responsable mundial de análisis macroeconómico y temático de Deutsche Bank.

Aunque el S&P 500 ha cedido más de la mitad de su rally desde la victoria electoral de Trump, Mike Wilson, de Morgan Stanley, predice que las ganancias se reanudarán a más largo plazo.

El analista considera que el S&P 500 terminará el próximo año con una subida de alrededor de 11% con respecto al cierre del viernes, en un contexto de mejora del crecimiento económico y nuevos recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal.

Precios del petróleo

Los precios del petróleo subieron el lunes tras el recrudecimiento de los enfrentamientos entre Rusia y Ucrania durante el fin de semana, aunque la preocupación por la demanda de combustible en China y las previsiones de un superávit mundial de crudo frenaban a los mercados.

Los futuros del Brent subieron US$0,55, o 0,8%, a US$71,59 el barril, y los del West Texas Intermediate en Estados Unidos, WTI, ganaron US$0,43, o 0,6%, a 67,45.

Rusia desató el domingo su mayor ataque aéreo contra Ucrania en casi tres meses, causando graves daños al sistema eléctrico del país. En un giro significativo de la política de Washington en el conflicto entre Ucrania y Rusia, el gobierno del presidente Joe Biden permitió que Kiev utilice armas de fabricación estadounidense para realizar ataques profundos contra Rusia.