Finanzas

¿Qué depara el año 2013 para la región?

Diego Andrés Guevara Fletcher

Año nuevo, propósitos nuevos y proyecciones económicas nuevas. Como es bien sabido por los economistas nos encanta el arte de la “predicción” y la “futorología”. Bajo este escenario y dadas las cada vez más estrechas relaciones internacionales, démosle una mirada a las proyecciones de crecimiento económico de la región.

Ante todo, los desafíos siguen estando latentes seguido del adjetivo mayor: estabilidad política, indicadores sociales, equidad, productividad, equilibrio fiscal, inversión, diversidad, productividad, estabilidad cambiaria y respuestas anticíclicas ante los choques externos que se presentan en Europa y Estados Unidos.

Aunque para distintos organismos internacionales la región presenta un resurgir económico mundial, permeado por las demandas de los países asiáticos, especialmente de China e India, los nubarrones y crisis conocidas por todos que han desacelerado en los últimos meses nuestro crecimiento económico. Una rápida mirada a las proyecciones del PIB en 2013 y siendo optimistas y obviamente, según la entidad que los emite nos dice que:

El promedio de la región según la Cepal rondará el 3,8%. Sin embargo, un análisis por países nos afirma que las dinámicas de Panamá y Perú presentarán un crecimiento 8,3% y 6% respectivamente. Sin duda, comandarán el jalonamiento del crecimiento de los latinoamericanos. Lo anterior obedece indudablemente, a la continuidad de las políticas económicas implementadas que siguen los mayores flujos de inversión extranjera, tratados internacionales y la consolidación presentada en el sector de servicios.

Un segundo lote, que podríamos llamar, del crecimiento de aproximadamente a 5% en el cual se encuentran Bolivia, Nicaragua, Venezuela (depende de la firma que realice el análisis), Chile, Costa Rica, que explican el efecto “rebote” de las desaceleraciones presentadas en años anteriores sobre todo, en los tres primeros países. Sorprende por lo tanto, en este grupo, las diferencias ideológicas de sus gobernantes.

Para no ser demasiado perfeccionistas, podemos ubicar aquí a Colombia con 4,8%. Se espera para nuestro país, una considerable inversión pública básicamente en infraestructura y por supuesto nuestra estrella, la minería. Ecuador, considerada como la economía más dinámica de la región después de los incas entre los años 2011 y 2013, presentará según analistas un crecimiento de alrededor de 4%. Se abona para el año anterior, la reducción drástica de la pobreza y mayor inversión en infraestructura.

¿Qué ocurre con los grandes? En el caso de Brasil, se espera una desaceleración con un crecimiento aproximado de 3,3%. Para mi concepto, nada malo si se compara en términos relativos con otras economías de la región y la merma económica de sus principales socios comerciales especialmente ubicados en el Asia. No olvidemos aquí mencionar los avances en políticas sociales tales como disminución de la pobreza, innovación tecnológica y educación.

El caso de México, golpeado sin duda por la crisis norteamericana, pensará en una salida corto plazo a través de incentivo del consumo interno y la diversificación de su estructura económica. Se espera un crecimiento del orden de 3,5%.

Por último, Argentina. En una coyuntura marcada por fuertes presiones políticas y el cepo cambiario instaurado, el gobierno de Cristina le apunta a un buen desempeño brasilero que favorezca la producción local. De otro lado, se espera que las soya registre un buen comportamiento de precios en el mercado internacional de tal manera permita seguir ostentando la primacía económica en este país.

Pero para el bien de la región y sobre todo, en el posterior impacto del efecto “derrame” es sustancial que se repercuta en indicadores sociales. Sin estos, retrocedemos menos que a gato en las condiciones de bienestar.