Bancos

Respuesta de Itaú a las acusaciones sobre garantías falsas en adjudicación de proyectos

El banco declaró que no emitió ninguna garantía y que las empresas en cuestión no son sus clientes. Según la entidad, se trataría de un caso de suplantación

Lina Vargas Vega

El uso de garantías bancarias falsas en licitaciones vuelve a ser noticia hoy. En la mañana se llevará a cabo la audiencia de incumplimiento del caso de la denuncia del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) contra el contratista encargado de desarrollar el proyecto de la cartera.

Esto, después de que la cartera adjudicó un contrato para llevar internet a colegios de zonas apartadas por $70.000 millones a la firma Unión Temporal Centros Poblados. Sin embargo, poco después de la firma de dicho contrato, MinTIC denunció el uso de garantías bancarias otorgadas supuestamente por Itaú que serían presuntamente falsas.

Una garantía financiera es aquella que le exige a la entidad garante asumir pagos específicos para reembolsar al tenedor la pérdida incurrida cuando una entidad, en calidad de deudora, incumpla su obligación de pago.

La ministra, Karen Abudinen, habló el pasado viernes en La FM sobre la falta de verificación de los documentos entregados antes de otorgar la licencia. “Hemos sacado a gente, por lo menos ocho personas han salido de diferentes áreas. Hemos cambiado ciertas cosas en supervisión, también revisamos a los contratistas porque eso es muy importante y todos los procedimientos con control interno están siendo investigados. Hay que ver qué pasó en cada uno de los comités, por ejemplo, en el de fiducia, allí estamos revisando por qué la fiducia desembolsó los recursos y el interventor qué papeles recibió”, señaló.

Todas las pruebas del caso ya fueron entregadas a la Fiscalía General de la Nación.

Esta polémica desató una nueva denuncia de un caso muy similar, en el que aún no se ha adjudicado el contrato. La empresa Saeb Atlantic, participante en la convocatoria pública de almacenamiento de energía con baterías en el Atlántico, solicitó a la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme) retirarse del proceso por sospechas de que la garantía financiera que supuestamente e

l Banco Itaú le otorgó es falsa.

La entidad financiera respondió que “las garantías en mención son falsas y en ningún caso han sido emitidas por el banco. Itaú ha puesto en conocimiento de las autoridades la falsificación de los documentos y les ha solicitado investigar la situación hasta llegar a los responsables. El banco ha entregado a la Fiscalía todos los documentos que prueban la falsedad de las garantías presentadas”.

Itaú también comunicó que las garantías no fueron suministradas por la entidad, lo que no significa que pertenezcan a otro banco, sino que podría tratarse de terceros que, con la intención de obtener un beneficio monetario, suplantaron la documentación del banco.

LOS CONTRASTES

  • Karen AbudinenMinistra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones

    “Hemos sacado a gente, por lo menos ocho personas han salido de diferentes áreas. Hemos cambiado ciertas cosas en supervisión, también revisamos a los contratistas porque eso es importante”.

Sobre qué se puede hacer para solucionar el problema, Abudinen dijo en la entrevista que “aquí no se puede perder un peso y tenemos que llevar esto hasta las últimas consecuencias (…) Esta gente tiene que responderle al país por esos 7.000 colegios que, desafortunadamente, hoy no han podido avanzar en conectividad”.

¿Qué significa estar vigilado por la SFC?

Estar vigilado por la Superintendencia Financiera de Colombia significa que el ente autoriza y vigila la actividad que realiza una empresa que recibe dineros del público, es decir, aquellas en las que los usuarios ahorran, invierten su capital, solicitan créditos, compran seguros o cotizan pensión. De acuerdo con las leyes colombianas, las únicas entidades legalmente autorizadas para la captación, manejo, aprovechamiento o inversión de recursos del público son las sometidas a la inspección, vigilancia y control. Sin embargo, al no ser una operación financiera, sino de suplantación, el regulador respondió que no se manifestaría sobre el tema.

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