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Supersociedades inició proceso de intervención de la sociedad Real Business S.A.S.

Esta captadora de dinero ilegal llegó a recibir recursos del público por $11.903 millones, promoviendo inversiones desde $100.000

Iván Cajamarca

La Superintendencia de Sociedades inició la intervención de la Real Business S.A.S, lo cual incluye la posesión de los bienes, haberes, negocios y patrimonio de dicha captadora de dinero. Adicionalmente, la medida tocará a a los responsables de la operación María Camila Morales y Andryun Ríos Góez.

La apertura del proceso se dio luego de que la Superintendencia Financiera de Colombia remitiera el caso a dicha entidad tras ordenar la suspensión inmediata de las operaciones que constituyen captación o recaudo no autorizado de dineros del público, sumado a la devolución inmediata de los recursos captados ilegalmente. La Superintendencia de Industria y Comercio también fue informada.

“Hacemos un llamado a la ciudadanía a no caer en esquemas de captación ilegal, que pueden ser identificados cuando se ofrecen altos rendimientos en el corto plazo, sin una explicación financiera razonable, lo que trae consigo el riesgo de perder el dinero. Es importante que antes de hacer cualquier inversión verifiquen si las actividades están autorizadas”, manifestó el superintendente de sociedades encargado, Andrés Barreto González.

¿Cómo se dio la captación?

Dicha sociedad y las personas naturales intervenidas, recibieron recursos de4.743 personas. Hasta ahora, la Superintendencia de Sociedades ha logrado establecer que se captaron recursos por $11.903 millones, recibiendo supuestas inversiones que iban desde $100.000 hasta $50 millones.

Los captadores ofrecían el retorno de la inversión, más rentabilidades fijas entre el 3% y 9%, en 12 meses, sin explicación financiera razonable, y sin prever a cambio la entrega de bienes o servicios. Cuando la inversión era superior a $10 millones se presentaba a través de un “contrato de mandato en administración de aportes económicos para actividad comercial”.

El esquema funcionaba activamente a través de redes sociales como Instagram, correo electrónico y voz a voz, con la fachada de apoyar emprendimientos, con énfasis en el empoderamiento de mujeres y la promesa de invertir los recursos captados en operaciones de trading e inversiones en activos financieros o en criptoactivos.

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