Globoeconomía

A menos de 3 meses de otra recesión mundial

Daniel Pacheco Sáenz

Si EE.UU. no evita el “precipicio fiscal” antes de la media noche del próximo 31 de diciembre, en el 2013 su economía entrará en recesión, y como consecuencia el crecimiento mundial se reduciría a la mitad.

Estos pronósticos de una catástrofe económica inminente toman más fuerza luego del cierre de un nuevo periodo legislativo en Washington sin que se vea una solución a la vista a la combinación de dos eventos: el vencimiento de unas exenciones de impuestos, y un recorte automático al gasto del gobierno federal.

El llamado “precipicio fiscal” es una bomba de tiempo que los políticos en Washington le pegaron a la economía en julio del 2011. Por esos días EE.UU. vivió al famosa crisis del tope de la deuda, que le costó al país su calificación crediticia AAA. Los republicanos en el Congreso se opusieron, en un hecho sin precedentes, a extender el tope del cupo de endeudamiento del gobierno federal. Exigían a cambio que el presidente Barack Obama hiciera enormes recortes al gasto público que habrían afectado varios de los programas sociales más importantes para los demócratas. Pocos días antes de la fecha límite, tras la cual, según dijo entonces el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, EE.UU. no tendría “con qué pagar sus cuentas”, llegaron a un trato imperfecto.

El sandwich satánico

En ese entonces el Representante republicano lo llamó un “sandwich satánico”, a lo que la congresista demócrata Nancy Pelosi agregó que venía acompañado de “papas del diablo”. Los republicanos ampliarían el tope de la deuda en US$900.000 millones, pero solo si se establecía un “supercomité” de congresistas que debía llegar a un camino para reducir el déficit. Si el “supercomité” no llegaba a ningún acuerdo antes del 2013, entonces, entrarían en efecto recortes automáticos en defensa y gasto social equivalente a US$1,3 billones durante la siguiente década.

Este plan B pintaba un escenario tan malo para todo el mundo que, se pensaba, sería imposible que demócratas y republicanos no llegaran a un acuerdo. Sin embargo, ante los ojos atónitos del mundo, el “supercomité” fracasó en su fecha límite de noviembre de 2011.

Durante el presente año, todos los nuevos intentos de evitar los recortes han fallado también. El control de los republicanos de la Cámara y de los demócratas en el Senado, con un presidente en campaña, ha hecho imposible evitar la abrupta y disruptiva caída del gasto público. Si el Congreso, en la sesión que arranca después de las elecciones de noviembre, no actúa, en el 2013 el presupuesto federal se reducirá en aproximadamente US$109.000 millones.

Este panorama, de por sí traumático para la economía, del lado del gasto público, viene acompañado de otro durísimo golpe, pero esta vez a los bolsillos del sector privado estadounidense. Se trata del vencimiento de la exenciones de impuesto de la era Bush, aprobadas en el 2003 por el ex presidente George W. Bush, y extendidas en el 2010 por el presidente Obama. Estas exenciones reducen la tasa del impuesto de renta que pagan las corporaciones y personas naturales declarantes. Esto incluye al grueso de la clase media, definida como familias que ganan menos de $250 mil al año, así como a los más ricos y las corporaciones. Como la ampliación del cupo de la deuda, la exención de impuestos Bush cayó presa este año de la parálisis legislativa.

En mayo el presidente Obama propuso extender las exenciones solo para las personas de clase media, y dejar que se vencieran para los ricos. Pero la cámara frenó el proyecto, ante la exigencia de los republicanos de que fueran renovadas para todo el mundo, incluyendo a los más afluentes. El efecto inmediato del vencimiento de las exenciones es que el recaudo tributario crecería US$600.000 millones en 2013. Pero a un costo altísimo: cerca de US$3.500 al año en más impuesto para la familia promedio, y un aumento del desempleo que subiría a 9.1%.

Doble recesión

La gravedad de los efectos del “precipicio fiscal” no se puede subestimar, así sus consecuencias parezcan tan catástróficas como para no ser evitadas. La expresión misma la acuñó Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, cuando le pidió al Congreso actuar para detenerlo. Según la predicción de la Oficina de Presupuesto del Congreso (una entidad pública no partidista con mucha credibilidad) si no se logra un acuerdo después de las elecciones, en la primera mitad del 2013 la economía se contraería en 1.3%. Luego, en el segundo semestre, crecería de nuevo 2.3%, para un PIB de apenas 0.5%. Precisamente porque la solución llegaría luego del 6 de noviembre, cuando son las elecciones presidenciales y legislativas, hay una incertidumbre total acerca de cuál puede ser el último intento para evitar esta caída autoinfligida hacia el vacío económico.

Efectos del precipicio en América Latina

En la pasada cumbre del FMI en Tokio el “precipicio fiscal” y el fraccionamiento de la Unión Europea quedaron listados como las dos mayores amenazas para la recuperación económica en el corto plazo. Según la agencia calificadora Fitch Ratings, en un reporte de septiembre, el crecimiento mundial podría caer “cuanto menos” a la mitad.

Para Eric Farnsworth, analista del Council of the Americas, un centro de pensamiento en EE.UU., el efecto sobre América Latina del “precipicio fiscal” tendría “repercusiones económicas importantes”. Según le dijo Farnswoth a LR, “los efectos serían distintos dependiendo del país; más graves para socios cercanos de EEUU como México y Colombia”. Y lo peor, añade Farnswoth, es que “no es claro, en este momento, cómo se puede destrabar el sistema político de EEUU para evitarlo”.

Las opiniones

John Bohener
Presidente de la Cámara

“No estoy para nada seguro de que podamos evitarlo. La Cámara ya hizo su parte para los recortes e impuestos, ahora le toca al Senado”.

Eric Farnsworth
Vicepresidente del Council of the Americas

“Si EE.UU. no puede solucionar sus propios problemas hay países y líderes de América Latina que reevaluarán si somos el modelo a seguir”.

Christine Lagarde
Directora del Fondo Monetario Internacional

“Estados Unidos entraría en recesión si cae por el ‘precipicio fiscal’ y no implementa soluciones inmediatas en arrancando el 2013”.