Las aerolíneas que registrarían en 2023 primera rentabilidad desde 2019
lunes, 21 de noviembre de 2022
Es probable que el sector de las aerolíneas vuelva a registrar ganancias el próximo año debido a que altos niveles de empleo y crecimiento en economías clave sostienen la demanda incluso cuando las facturas de los hogares se disparan
Bloomberg
Las aerolíneas deberían lograr ganancias en 2023 por primera vez desde 2019, antes de que la pandemia de coronavirus afectara los viajes globales, dijo el director general Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), Willie Walsh, el lunes en una entrevista.
“Seguimos en vías hacia la rentabilidad. Lo revisaremos, pero no preveo cambios importantes”, dijo Walsh sobre las proyecciones financieras, que Iata debe actualizar en sesiones informativas el próximo mes.
La recuperación en el tráfico de pasajeros también debería continuar el próximo año a pesar de los obstáculos económicos, antes de volver a los niveles previos al covid en 2024, dijo Walsh en la conferencia Airlines 2022 realizada en Londres.
Se espera que las aerolíneas registren un déficit colectivo de US$9,7 millones este año dado que un verano (bóreal) excelente no logró compensar las pérdidas registradas a principios de 2022 cuando los vuelos se vieron interrumpidos por la variante ómicron del coronavirus, señaló Walsh, al reiterar un pronóstico emitido por primera vez en junio.
Walsh indicó que todavía hay focos de preocupación de cara a 2023. Es probable que los mercados asiáticos, que se han quedado atrás del repunte global en medio de las continuas restricciones por el covid, se recuperen más. Sin embargo, la recuperación de China en particular aún depende del enfoque que asuma el Gobierno para contener el virus, explicó.
Un repunte lento de los vuelos en el aeropuerto de Heathrow en Londres, combinado con las consecuencias del brexit, está frenando la recuperación del Reino Unido, dijo, mientras que Países Bajos presenta el riesgo de desperdiciar un activo nacional al limitar los vuelos en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, en medio de una represión de inspiración ambiental.