Alza en precios de alimentos afecta a países de ingresos medios y bajos, según el BM
miércoles, 17 de agosto de 2022
Según el informe 'Perspectivas de los mercados de productos básicos', los precios se mantendrían en niveles récord hasta 2024
Como si una pandemia que se extendió más de un año fuera poco, la invasión a Ucrania por parte de Rusia terminó de agravar la situación económica de varias regiones, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria. Una menor exportación de productos esenciales como el trigo, la soja o el maíz ha llevado a que la inflación registre nuevos máximos cada mes, impulsada especialmente por este sector.
El Banco Mundial (BM) advierte que el alza en los precios de los alimentos ha provocado una crisis mundial que llevará a que millones de personas caigan en la pobreza extrema, aumentando el hambre y la malnutrición, y amenazando con eliminar los avances en materia de desarrollo.
De hecho, el ente internacional asegurar que dicho fenómeno afecta, especialmente, a la población de los países de ingreso bajo y mediano, que gasta en alimentos un porcentaje mayor de sus ingresos que la de los países de ingreso alto.
La información recopilada entre abril y julio de 2022 señala que 92,9% de los países de ingreso bajo, 92,7% de los países de ingreso mediano bajo y 89% de los países de ingreso mediano alto han registrado niveles de inflación superiores a 5%.
Muchos experimentan una inflación de dos dígitos, incluso, la proporción de países de ingreso alto con elevada inflación también ha aumentado considerablemente y cerca de 83,3% ven una mayor incidencia en los alimentos.
Otra forma de medir el panorama es el índice de precios agrícolas, cuyo registro era de 1% más alto que hace dos semanas hasta el 11 de agosto. Tanto los precios del maíz como los del trigo son 2% más altos en comparación con los de enero de 2022, en tanto que los precios del arroz son aproximadamente 6% más elevados.
"En comparación con el promedio de enero de 2021, los índices de los precios del maíz y el trigo son 20% más altos, mientras que el índice del precio del arroz es 16% más bajo", señala la institución.
Según el informe 'Perspectivas de los mercados de productos básicos' del Banco Mundial, la guerra en Ucrania ha alterado los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de productos básicos, por lo que los precios se mantendrán en niveles históricamente altos hasta fines de 2024 exacerbando la inseguridad alimentaria y la inflación.
¿Alimentos o combustibles?
En una entrevista para el medio británico Financial Times, el presidente y consejero delegado de BlackRock, Larry Fink, alertó sobre la ausencia de la suficiente atención y cuidado al aumento de precios de los alimentos, y que resulta más importante que los de la gasolina.
"Uno de los temas que más me preocupa, y al que no se le está prestando suficiente atención, es el precio de los alimentos. Es algo que no sólo tiene que ver con la inflación, sino que también hay cuestiones geopolíticas relacionadas con este asunto", dijo.
Fink agregó que "hablamos mucho sobre los precios de la gasolina, pero el problema más importante es la comida. Ha habido una tremenda destrucción de la tierra cultivable en Ucrania y a nivel mundial el coste de los fertilizantes subió casi 100%, y ese gasto adicional está reduciendo la cantidad de ellos empleados en la agricultura, lo que está perjudicando la calidad de la cosecha en todo el mundo".
La región en la que están ubicados Ucrania y Rusia son responsables de, aproximadamente, 30% de las exportaciones mundiales de trigo y 65% de las de girasol, en un contexto en el que estos mercados son cada vez más estrechos y están cada vez más interconectados, por lo que una pequeña disrupción en el suministro crea cierto impacto en el precio.
El acuerdo
A inicios de agosto, Ucrania realizó su primer envío de cereales desde la invasión de Rusia, marcando un pequeño pero crucial primer paso para desbloquear los millones de toneladas de cultivos que se acumulan en el país y aumentar el suministro mundial de alimentos.
El Razoni, un buque de carga con 26.527 toneladas de maíz, partió hacia el Líbano, según información divulgada por la Organización de Naciones Unidas que, junto con Turquía, ayudaron a negociar el acuerdo para reiniciar las exportaciones. El ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, confirmó la salida y dijo que había otros 16 barcos en la gran región de Odesa esperando su turno para zarpar.
Se calcula que más de 370.000 toneladas de productos agrícolas han salido por aguas ucranianas desde que comenzó a funcionar el corredor marítimo acordado para este fin. Oleksey Vostrikov, presidente de la Administración de los Puertos de Mar Ucranianos, declaró que se están produciendo progresos "sistemáticos" hacia el objetivo de exportar por lo menos tres millones de toneladas de alimentos al mes a través de los puertos de la región de Odesa.
"Esperamos unas operaciones futuras eficientes y sin obstáculos gracias a la cooperación de nuestros socios de las Naciones Unidas y Turquía", agregó.