Hacienda

Amenaza de disolución del Congreso podría frenar auge económico de Perú

Reuters

El banco central de Perú ayer redujo la proyección de crecimiento del PIB pasando de 3,4% a 2,7%

Vanessa Pérez Díaz

Una de las economías latinoamericanas más paradójicas de la región es Perú. Mientras su sistema político avanza en medio de una crisis, protagonizada por la acusaciones de corrupción de sus Jefes de Estado, lo que ha generado una serie de relevos presidenciales que impiden consolidar proyectos nacionales; sus indicadores macro son tan positivos que Perú es uno de los nombres que más suena cuando entes como el FMI, el Banco Mundial o la Cepal publican informes sobre el aumento del PIB, las tasas de inflación más bajas en la región o un modesto desempleo.

LOS CONTRASTES

  • Mauricio Jaramillo Profesor Ciencias Políticas Universidad del Rosario

    “La proyección hacia el Pacífico de Perú, esa apertura, los TLC y un régimen de IED se ha mantenido a pesar de Fujimori, los escándalos de Odebrecht y a la intención de Vizcarra de anticipar elecciones”.

  • Juan Carlos Tafur Analista político

    “Podrían retraerse algunas inversiones medianas o de corto plazo a la espera de un escenario especulativo, pero las grandes inversiones, las de largo plazo en Perú ya están acostumbradas al ruido político”.

Según el economista Rodrigo Botero Montoya, Perú tiene razones de sobra para mantenerse como una economía fuerte, así esté viviendo una crisis política: "Tiene un manejo macroeconómico prudente: una inflación baja, una deuda externa baja y buena situación fiscal. El Banco Central es serio. Es decir, no tiene grandes desequilibrios económicos", explicó.

Pese a esto, y a que durante todo el año Perú ha sabido sortear la turbulencia política, la tendencia podría revertirse el lunes 30 de septiembre, cuando el presidente Martín Vizcarra (quien quiso adelantar las elecciones) presente en el Congreso una propuesta que cambia las reglas de elección de los miembros del Tribunal Constitucional, figura que el Mandatario denuncia está siendo copada por la oposición.

Si este mecanismo legal es rechazado, Vizcarra tendría la potestad para disolver el Parlamento, y con esto, uno de los mayores impactos se podría sentir en el crecimiento económico, algo que Perú se jacta de haber consolidado durante 21 años consecutivos, según reseña un informe de CNN en español.

Dos días antes de que esto suceda, ya se empiezan a conocer los efectos de la turbulencia política. El caos en Perú, que viene arrastrando fallas desde que se descubrieron los vínculos de Odebrecht con los presidentes Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humana y el fallecido Alan García, ayer cobraron su primera víctima: el PIB.

El Banco Central ayer recortó la proyección de crecimiento de Perú, la más alta de la región al menos hasta el primer semestre del año, al bajar la variación del PIB de 3,4% a 2,7%, unos 0,7 puntos porcentuales menos. Lo mismo hizo para la estimación de 2020, que pasó de 4% a 3,8%.

Para algunos analistas, el escenario no es tan negativo como se cree. “Podrían retraerse algunas inversiones medianas o de corto plazo a la espera de un escenario especulativo, pero las grandes inversiones, las decisiones a largo plazo en el Perú ya están acostumbradas al ruido político, por un lado; y por el otro, las variables macroeconómicas no se están modificando, no están cambiando al son de la crisis política”, dijo el analista político Juan Carlos Tafur.

Si bien los expertos aseguran que el choque no es tan inmediato, hay que tomar en cuenta que la economía peruana no solo debe superar el obstáculo interno de su crisis política, sino también los externos, como las tensiones comerciales que derivan del enfrentamiento entre EE.UU. y China. A esto se suma otro factor, del cual también advirtió el Banco Central de Perú: un menor nivel de producción en el sector minero, algo clave para un país donde 60% de sus exportaciones dependen de esta actividad.

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