América Latina aumentaría la producción de petróleo hasta 11.400 bpd para 2050
viernes, 28 de octubre de 2022
Los precios del crudo y la preocupación por la seguridad energética han llevado a los países a revaluar los efectos de la descarbonización
La combinación de la pandemia de covid y la actual crisis energética significa que 70 millones de personas que recientemente han obtenido acceso a la electricidad perderán probablemente la capacidad de permitirse ese acceso, y que 100 millones de personas podrían dejar de poder cocinar con combustibles limpios, según el más reciente informé de perspectivas globales de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Los elevados precios del petróleo y la preocupación por la seguridad energética han llevado a los países de todo el mundo a reevaluar las repercusiones económicas, políticas y climáticas de la incorporación de nuevas fuentes de abastecimiento interno de petróleo.
La AIE prevé que América central y del sur aumenten la producción de crudo de aquí a 2050 bajo las políticas actuales en torno a la industria. De este modo, la región pasaría de producir 5.900 barriles por día en 2021, a 9.000 bpd en 2030, 10.100 bpd en 2040 y 11.400 bpd en 2050. No obstante, de aplicar las políticas proyectadas en términos de descarbonización y transición energética, la cifra de aquí a 28 años disminuiría a 6.500 bpd.
Existe una reserva limitada de nuevos recursos en desarrollo y de recursos descubiertos disponibles para ser desarrollados. Las nuevas opciones petrolíferas descubiertas en 2021 estaban en su nivel más bajo desde los años 30. El acceso a la financiación ha resultado difícil, las cadenas de suministro se han tensado y los costes están aumentando en todo el sector.
Al observar el comportamiento de las potencias mundiales, este sería contrario a lo visto en este lado del globo.
Se prevé que Estados Unido recorte su producción hasta 16.700 bpd a 2050 si se mantienen las políticas actuales, y a 10.700 si se plantean unas más amigables con el medio ambiente. Canadá pasaría a 5.500 bpd, Noruega a 600 bpd y Reino Unido a 300 bpd.
Para el caso puntual de Venezuela, los expertos de la agencia aseguran que el país se enfrenta a una incertidumbre política y a las dificultades económicas. “Nuestros escenarios suponen una normalización gradual de la situación internacional y un ligero aumento de la producción tanto bajo las políticas que rigen actualmente el mercado, como aquellas que se podrían plantear en un futuro cercano”, menciona.
En cuanto a Brasil, menciona que, dicho país, ha invertido mucho en los últimos años en sus grandes yacimientos presalinos de aguas profundas, sumado a planes para casi duplicar la inversión anual entre 2021 y 2026. Como resultado, representa alrededor de 45% de la producción mundial de aguas profundas en 2030 en ambos escenarios.