América Latina tiene 22.300 cupos para acoger a refugiados del Norte de África

Ante este panorama y con la incapacidad de Europa de encontrar una solución para los más de 350.000 refugiados, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha instado a que “todos los países del mundo, incluidos Estados Unidos y las naciones latinoamericanas, deberían acoger refugiados sirios”, dijo el enviado de la ONU para Inmigración y Desarrollo, Peter Sutherland. 

En América Latina los cupos se han extendido a más 22.300 personas.  Argentina ya acogió 233  y Brasil 2.077. Sin embargo, según las autoridades, estas cifras deben elevarse. “Brasil ha tenido una política de puertas abiertas con los refugiados. El número aún es bajo, pero sin duda se trata de un ejemplo que debe ser seguido a nivel mundial”, aseguró el representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) Andrés Ramírez.

Hace unos días, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, anunció en cadena nacional su intensión de acoger otros tantos refugiados. “Quiero que vengan 20.000 compatriotas sirios a nuestra patria venezolana a compartir esta tierra de paz,  de Cristo, de Bolívar, a trabajar con nosotros y a contribuir con su amor, en el desarrollo de esta tierra mágica”, señaló. 

Si bien, el llamado todavía es una intención, la cifra parece inquietar a más de uno. 

“Si los recursos destinados a la satisfacción de los mínimos vitales en Venezuela es discutible, habría que proyectar qué costos implicaría para el Gobierno acoger a los migrantes”, aseguró Angélica Guerra Barón, experta en derecho internacional y economía de la Universidad Externado.

La especialista considera que “no solo se trata de abrir las fronteras a los sirios (a medida que los colombianos son deportados), sino que se trata de acogerlos dentro del sistema. Ello implica brindarles un espacio vital, educación para sus hijos, alimentación, etc.”.

Precisamente, esta es la razón por la cual algunas de las familias sirias, que llegaron hace unos meses a Uruguay, están solicitándole al gobierno que les permita salir del país y ser acogidos como refugiados en otra nación. 

De acuerdo con la investigación realizada por el diario El Observador de Uruguay, los inmigrantes arguyen que “el gobierno uruguayo les planteó una situación fácil y palabras bonitas, pero que ahora la realidad es otra”.

Todo esto deja en duda si las economías latinoamericanas están preparas para recibir estos inmigrantes dignamente.

Fabio Sánchez, profesor e investigador en relaciones internacionales de la Universidad Sergio Arboleda,  aseguró que “si miramos, en América Latina los países tienen dificultades para atender problemas básicos de sus propios ciudadanos. Lo que sería más complejo aún, para el caso de tener que proveer a los migrantes de salud, educación y empleo”.

En armonía con Sánchez, Carlos Sepúlveda, decano economía de la Universidad del Rosario, aseguró que “las migraciones tienen unos impactos importantes dentro de las economías de los países y a pesar de que aquí hay un componente humanitario, lo que se debe ver es cómo se acoge a los recién llegados, para que tengan un recibimiento digno y puedan incorporarse a la sociedad. Este último elemento es el que requiere planificación por parte de los Estados”. 

Proyecto Habesha crea lazos ente  México y Siria
México impulsa la llegada de una treintena de estudiantes sirios a través de una iniciativa ciudadana, el Proyecto Habesha, que hace posible que un grupo de estudiantes, que ahora viven en calidad de refugiados, viaje a México para continuar con su educación superior interrumpida desde 2011 por el conflicto.

Por ahora, la falta de documentos como el pasaporte y la ausencia de consulados mexicanos en Siria ha impedido que el proyecto tenga gran impacto. 

Las opiniones

Angélica Guerra Barón
Experta y docente de derecho internacional y economía U. Externado
“En Venezuela es más importante fortalecer la política con el aliado sirio, que ver los efectos que podría haber en lo presupuestal”.

Carlos Sepúlveda
Decano Economía de la Universidad del Rosario
“Los gobiernos deben ocupase de organizar su inserción, canalizando sus capacidades para que puedan aportar la economía”.