América Latina y el Caribe dejarán de recibir US$18.000 millones en remesas en 2020
jueves, 23 de abril de 2020
Haití y Honduras son algunos de los países más impactados en la región porque las remesas tienen un mayor peso en su PIB
Paola Andrea Vargas Rubio
Después de varios años de crecimiento, las remesas en América Latina y el Caribe entraron en un tiempo de vacas flacas. La expansión del Covid-19, que ya registra más de 107.000 casos en la región, ha sido el detonante para que estos giros terminen el año en terreno negativo con un desplome de 19,3%, según estimaciones del Banco Mundial.
Esta caída se traduce en que los países que van desde México hasta Argentina dejarán de percibir más de US$18.000 millones en términos de remesas en 2020, ya que pasaron de recibir alrededor de US$96.000 millones en 2019 a tener previsto el cobro de US$77.000 millones este año, de acuerdo con las proyecciones del organismo multilateral (ver gráfico).
La reducción de las transferencias de los trabajadores desde el exterior hacia sus hogares natales afectará a las naciones en diferentes magnitudes, siendo los territorios más pequeños los más impactados, como es el caso de Haití, Honduras, El Salvador y Jamaica, donde las remeses equivalen a 37,1%, 22%, 21% y 16,4% de su PIB, respectivamente.
La caída que registrarán las remesas en los países de la región se debe principalmente al aumento de la tasa de desempleo en economías como la estadounidense, ya que “el impacto de las pautas de distanciamiento social y el aislamiento han afectado gravemente los empleos en el comercio minorista, la hospitalidad y los servicios, en los que un gran porcentaje de los migrantes provenientes de América Latina están empleados actualmente”, señala la publicación del Banco Mundial.
Para tener una idea del impacto del Covid-19 en las remesas que van dirigidas especialmente a Centro América y el Caribe, los expertos del organismo internacional señalaron que de los 701.000 empleos no agrícolas que se recortaron en marzo, dos tercios corresponden a los sectores de ocio y la hospitalidad, es decir los segmentos que concentran a los mayores empleadores no agrícolas de migrantes mexicanos y centroamericanos.
El anterior panorama puede sonar alarmante para aquellos que dependen de estos ingresos. Sin embargo, Gabriel Carvajalino, director de WorldRemit para Colombia, resaltó que “en el perfil de los remitentes de las remesas se destaca su fortaleza y perseverancia, por lo que apenas puedan recuperar sus empleos o las condiciones que tenían anteriormente, las remesas van a subir de nuevo, ya que estas personas tienen claro que juegan un papel muy importante en términos del desarrollo social y económico de cada uno de sus países”.
A pesar de que las economías más dependientes de estos ingresos se encuentran en el Caribe y Centro América, no hay que dejar de lado que las sumas que ingresaron a otras naciones de la región también son significativas. Por ejemplo, México donde las remesas totales sumaron US$38.500 millones en 2019, mientras que en Guatemala US$10.600 millones, en República Dominicana US$7.200 millones, en Colombia US$6.800 millones y en El Salvador US$5.600 millones.
Con base en lo anterior, Alejandro Torres, profesor del departamento de economía de la Universidad Eafit, explicó que el impacto de la caída de las remesas se sentirá en dos frentes. Primero, las economías podrían registrar una baja en la disponibilidad de divisas que se tienen en el mercado y segundo, se enfrentarán a una restricción de ingresos para algunos hogares.
Sobre la segunda consecuencia, Torres resaltó que “para Colombia las remesas no son tan importantes como para las economías centroamericanas. Sin embargo, el hecho de estar menos expuestos al choque, no nos exime de los riesgos que afrontarán los hogares del país que tienen como base de su sustento estos giros”.
Entre las regiones de Colombia donde más se concentran estos giros se destacan Cali y algunos municipios de Antioquia, por lo que la situación podría ser crítica, ya que a esta descolgada en las remesas se le tiene que sumar las limitaciones actuales para conseguir ingresos y el desempleo. Esto complica la situación de estos hogares, añadió Torres sobre el efecto.
Las remesas en el mundo
Pese a que la caída 19,3% le supone varios retos a los países de América Latina y el Caribe, el documento del Banco Mundial señala que la mala hora que pasan estos giros es algo que se sentirá a nivel global, ya que se prevé una baja de 20% de las remesas a nivel mundial por pandemia del Covid-19. “Esto supondría la mayor caída en los datos que se remontan a 1980 y contrasta con descenso de 5% durante la crisis financiera de 2009”, señaló el documento.
La caída de las remesas será impulsada principalmente por Europa y Asia Central (27,5%), seguidas de África Subsahariana (23,1%), Asia del Sur (22,1%), Medio Oriente y África del Norte (19,6%), América Latina y el Caribe (19,3%) y Asia Oriental y el Pacífico (13%).
Este panorama es preocupante para los analistas del Banco Mundial, ya que “las remesas ayudan a las familias a pagar alimentos, atención médica y necesidades básicas”, resaltó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, quien también agregó que están implementando acciones rápidas y amplias para apoyar a los países. En este camino están trabajando para mantener abiertos los canales de remesas y salvaguardar el acceso de las comunidades más pobres a estas para que así puedan suplir sus necesidades básicas.
Dentro de las estrategias que está adoptando el Banco Mundial para evitar que estas transferencias colapsen se encuentran el monitoreo constante del flujo a través de varios canales, los costos y la conveniencia de enviar dinero. Con los países del G20 y la comunidad global se evalúa reducir los costos de remesas y mejorar la inclusión financiera para los pobres.
Esta iniciativa parte de que los costos de los envíos de las remesas siguen siendo, especialmente en algunos lugares como África subsahariana, región que comprende más de dos tercios de toda la migración internacional, muy altos según el documento.
Dilip Ratha, autor principal de Brief y jefe de Knomad, aseguró que “las acciones rápidas que facilitan el envío y la recepción de remesas pueden proporcionar un apoyo muy necesario. Esto incluye tratar los servicios de remesas como esenciales y hacerlos más accesibles para los migrantes”.
Sobre esto, Carvajalino comentó que más allá del impacto, lo que se percibe es que hay un crecimiento en envíos digitales. Esto es un cambio en el comportamiento de los clientes. “Ahora, quien le estaba enviando dinero a una persona, le está enviando a más. Estamos viendo que los que hacen la transferencia no solo están ayudando a sus familiares más cercanos, sino a amigos y demás”.
El comportamiento de estos envíos a nivel mundial para el próximo año
Según el análisis del Banco Mundial, “en 2021, se estima que las remesas a los países de bajos y medianos ingresos se recuperarán y aumentarán en 5,6% a US$470.000 millones y a nivel global crecerán 5,2% el otro año. Sin embargo, las perspectivas para las remesas siguen siendo inciertas como el impacto del Covid-19 en las perspectivas de crecimiento global. Hay que recordar que en el pasado, las remesas han sido anticíclicas, donde los trabajadores envían más dinero a sus hogares en tiempos de crisis y dificultades”.