EE.UU.

Analistas esperan que el dato de inflación en EE.UU. disminuya en el ejercicio de junio

Reserva Federal. Foto: Bloomberg

Los dirigentes de la Reserva Federal han afirmado que necesitan ver descensos constantes para estar seguros de que está bajo control

Reuters

Un año después de que la inflación en Estados Unidos alcanzara su punto álgido y provocara un giro agresivo en la política monetaria, los responsables de la Reserva Federal podrían abrir pronto un capítulo más alentador en sus discusiones políticas con el primero de lo que muchos analistas esperan que sea una serie de datos que muestren nuevos descensos en las principales medidas de precios.

Los datos del índice de precios al consumo de junio se publicarán el miércoles por la mañana y economistas encuestados por Reuters prevén que los precios hayan subido 3,1% con respecto al año anterior, lo que supone un importante retroceso en una tasa de inflación anual que se situó en el 4% en mayo y superó el 9% en junio de 2022, lo más alto de las últimas cuatro décadas.

Está previsto que una lectura separada de la inflación subyacente, despojada de elementos como la energía y los alimentos que están vinculados a los mercados globales de materias primas, muestre un cambio más modesto y caiga a 5% desde un ritmo de 5,3% el mes anterior.

Sin embargo, economistas y algunos responsables de la Reserva Federal empiezan a mostrarse más firmes en cuanto a la posibilidad de que el tan esperado descenso sostenido de la inflación subyacente comience con el informe del miércoles sobre el comportamiento de los precios el mes pasado y continúe durante los próximos meses.

"Los datos de junio son probablemente la avanzadilla de una serie de datos de inflación subyacente más suaves durante los próximos meses", dijo en una nota Omair Sharif, de Inflation Insights, mientras las caídas en los precios de los coches usados, los indicios de disminución de la demanda en el sector servicios, la expectativa de un aumento más lento de las tarifas aéreas y otros factores contribuyen a una relajación combinada de las presiones sobre los precios en Estados Unidos.

Un mes de buenas noticias sobre la inflación no alejará a la Reserva Federal de la subida de tipos de un cuarto de punto prevista para la reunión del 25 y 26 de julio.

El banco central tiene un objetivo de inflación de 2%, medido en función del índice de precios de los gastos de consumo personal, y una versión muy vigilada de este índice, en la que también se han eliminado los volátiles precios de los alimentos y la energía, se ha mantenido en torno al 4,6% desde diciembre.

Los dirigentes de la Reserva Federal han afirmado que necesitan ver descensos constantes para estar seguros de que la inflación está bajo control y en una senda fiable de vuelta al objetivo.

El impulso

Los datos recientes han sido algo ambiguos: por una parte está la ralentización del crecimiento global del empleo, por ejemplo, junto con los fuertes aumentos salariales que algunos responsables temen que alimenten la inflación en el futuro; por otra, está la mejora del estado de ánimo en las últimas encuestas de pequeñas empresas, que ofrecen pruebas de la resistencia económica, pero también un aumento en la proporción de empresarios que planean subir los precios.

Sin embargo, lo más importante es que las expectativas del público sobre la inflación se han mantenido bajo control. Según un estudio publicado esta semana por el Centro de Investigación de la Inflación de la Reserva Federal de Cleveland, las perspectivas de inflación a largo plazo están "ancladas en torno al objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal", una conclusión compartida por los dirigentes monetarios de la Reserva Federal, que consideran que cualquier aumento de las expectativas de inflación del público supone un riesgo de aceleración de la inflación.

El calendario también está cambiando a favor de la Reserva Federal, ya que algunos de los peores meses para la inflación se han eliminado de los cálculos de los aumentos anuales de precios y los recientes datos más débiles sobre los alquileres de viviendas van a cobrar más protagonismo en las cifras.

Las presiones de la oferta siguen mejorando en todo el mundo y los recientes datos de precios por internet sugieren una relajación de los precios de los bienes. Una medida de los precios de los bienes comprados en línea, mantenida por la firma de software y análisis Adobe, mostró que los precios cayeron 2,6% en junio, la mayor caída desde mayo de 2020, liderada por un descenso de 8,3% en los precios de los electrodomésticos y un retroceso interanual de 12,9% en los precios de la electrónica.

Los responsables de la Fed, cegados por la persistencia de una inflación que en un principio pensaron que se disiparía por sí sola, se han mostrado reacios a confiar en la continuidad de las buenas noticias. Lejos de declarar la victoria sobre la inflación, se han centrado en los riesgos de que resurja, se han preocupado por si se enquista y han sido más proclives a subir los tipos de interés en caso de duda.

No obstante, en las últimas proyecciones, 13 de los 18 responsables de la política monetaria estimaban que la Reserva Federal estaba quizás a un cuarto o medio punto porcentual de su punto de parada para las subidas de tipos, un hecho que los próximos datos de inflación podrían ayudar a confirmar.

Algunos opinan que la inflación ha dado un giro de tal magnitud que puede resultar innecesario.

En declaraciones realizadas esta semana, el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, afirmó que la Fed "ha tomado impulso" en su lucha contra la inflación y que, en su opinión, no tendrá que volver a subir los tipos.

"Los datos subyacentes nos muestran una evolución muy positiva", afirmó Bostic, y la información que se publique próximamente podría aclararlo.

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