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Argentina y Venezuela, dos países con economías rebeldes en plena tormenta inflacionaria

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Argentina y Venezuela, dos economías rebeldes de América Latina con fuerte intervención del Estado y un severo control de cambio que ha generado mercados negros de divisas, afrontan actualmente una tempestad monetaria e inflacionaria.

Compañeros en el seno del Mercosur y aliados políticos, los dos países han aplicado recetas económicas que rechinan a los economistas liberales.

Mientras se beneficiaban de precios de materias primas en constante aumento - petróleo en el caso de Venezuela y soja en Argentina- esto era sostenible, pero ambas economías muestran ahora signos de debilidad.

La Argentina de Néstor y Cristina Kirchner y la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han llevado adelante “medidas de ‘sálvese quien pueda’, de taponamiento y de ajustes improvisados en torno a dos temas clásicos: la inflación y la fuga de capitales”, considera Jérôme Sgard, economista de Sciences Po Paris.

La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) puso en pie de igualdad la situación de Argentina y la de Venezuela, señalando sus dificultades en materia de inflación , en los balances de pago y en el mercado cambiario, que según la institución “afectan la confianza” y hacen que estos dos países sean los más amenazados de América del Sur. Sin embargo, “incluso cuando hay similitudes, Argentina y Venezuela son dos problemáticas distintas”, dijo Stéphane Straub, profesor de la Escuela de Economía de Toulouse.

A diferencia de Venezuela, cuyo ingreso de divisas depende 85% del petróleo -del que tiene las mayores reservas mundiales-, Argentina tiene una importante producción industrial y agrícola, subraya por su lado el economista Nicolás Dujovne.

“En el mediano plazo, la producción de petróleo no está en aumento y los precios de los hidrocarburos podrían fluctuar ligeramente, lo que puede causar una vulnerabilidad” para Venezuela, estima Alejandro Werner, director del FMI para América Latina.

En 2013, Venezuela creció apenas 1,2%, lejos del objetivo del 3% fijado por el gobierno. Argentina, por su parte, registró un alza del 4,5% del PIB, según la Cepal.

Existe además otra diferencia importante para los observadores: Argentina cambiará de presidente en 2015, mientras que falta esperar hasta 2019 para las elecciones en Venezuela.