Globoeconomía

Aseguradoras argentinas, las únicas protegidas del default

Lilian Mariño Espinosa

Desde la caída de la economía argentina, al parecer las únicas compañías que están protegidas son las aseguradoras, aseguró la calificadora de riesgo Moody´s, que agrega que esto se debe a que se encuentran aisladas “de la incertidumbre del mercado de capitales. El nivel de exposición a bonos soberanos y depósitos bancarios locales ronda 57%, un nivel alto”.

Sin embargo, son sensibles, como todas las empresas del país, al debilitamiento de la economía, al menor poder adquisitivo, la inflación y la caída de las expectativas.

Según el economista de la Universidad Javeriana, Guillermo Sinisterra Paz, “Argentina espera una devaluación grande de su moneda, lo cual golpeará de la misma manera a consumidores y a productores”.

Es por esto que ni las personas, que están planeando un consumo más inteligente, ni las empresas pueden responder a los impulsos que planea el Gobierno. Ejemplo de esto es que en el esperado por los comerciantes Día del Niño, cayeron las ventas 6,3%; algo que no ocurría desde hace seis años.

“Si bien los comercios de todos los rubros vienen en baja desde hace siete meses, los empresarios esperaban una demanda más activa en esta fecha especial. Pero eso no ocurrió. Las ventas por el Día del Niño no tuvieron el dinamismo de otros años”, reconoció en El Cronista la entidad que agrupa a los comercios minoristas del país.

Los importadores pueden resultar siendo los más afectados ya que terminarán pagando más por la moneda local.

Esto también le ocurrirá a los proveedores del gobierno que verán como las fuentes de financiación se agotan.

Dentro de las empresas más afectadas por el default están la petrolera YPF, Alto Palermo SA, Arcor, Capex SA, Celulosa Argentina, Compañía Latinoamericana de Infraestructura y Servicios, Cresud , IRSA SA, Mastellone Hermanos y Pan American Energy.

Los argentinos, que bien saben como es vivir en una recesión, demuestran en sus encuestas el pesimismo ante la economía. El 68% de la población, según una encuesta de Poliarquía teme un fuerte impacto.