Así está el balance de vehículos eléctricos per cápita por estado de Estados Unidos

El crecimiento de los vehículos eléctricos en Estados Unidos continúa acelerándose, pero su adopción varía significativamente entre estados.

Al cierre de 2023, California se posicionó como el líder indiscutible, concentrando 36 % de todas las matriculaciones de vehículos eléctricos del país, a pesar de representar solo 12 % de la población estadounidense. Este contraste refleja no solo una alta demanda local, sino también políticas estatales que han fomentado activamente el uso de tecnologías limpias.

Según un análisis de USAFacts, basado en datos del Departamento de Energía de EE. UU., California no solo lidera en términos absolutos, sino también en proporción de vehículos eléctricos respecto a su población. En total, el estado cuenta con 3.026 vehículos eléctricos por cada 100.000 habitantes, una cifra que duplica la del segundo lugar en el ranking nacional.

Ese segundo lugar lo ocupa el estado de Washington, con 1.805 vehículos eléctricos por cada 100.000 personas, lo que indica también una adopción significativa, aunque todavía muy por debajo del ritmo californiano.

El podio lo completan Hawái (1.686), Oregón (1.422) y Colorado (1.405), cinco estados que comparten un factor común: una combinación de incentivos estatales, infraestructura de carga disponible y una cultura de sostenibilidad bien establecida.

Por el contrario, la penetración de los vehículos eléctricos sigue siendo muy baja en varias regiones del país. El caso más evidente es Mississippi, que registró apenas 110 vehículos eléctricos por cada 100.000 habitantes en 2023, situándose al final del listado nacional.

Otros estados con cifras igualmente bajas son Dakota del Norte, Virginia Occidental y Dakota del Sur, todos con menos de 200 matriculaciones por cada 100.000 personas. Estas cifras sugieren que, en muchos lugares, la transición hacia tecnologías de movilidad más limpias aún enfrenta barreras importantes.

Entre los obstáculos más frecuentes en estos estados con baja adopción se encuentran la escasa disponibilidad de estaciones de carga, largas distancias entre ciudades y la ausencia de políticas locales que incentiven la compra y uso de vehículos eléctricos. Estos factores limitan el interés de los consumidores y ralentizan el crecimiento del sector.