Sánchez se ausenta del congreso de la empresa familiar, por quinto año consecutivo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, plantará a la empresa familiar, por quinto año consecutivo, en el congreso que esta asociación tiene previsto celebrar en Bilbao la semana que viene. La Moncloa ha comunicado a los empresarios que se debe a que el presidente tiene una agenda internacional muy cargada.

Finalmente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no clausurará el congreso que el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) celebra en Bilbao a partir del lunes que viene. Es el quinto año consecutivo que Sánchez planta a última hora a la asociación que reúne a cerca de un centenar de las empresas más grandes del país, como Antolín, Acciona, Banca March, Barceló, Ferrovial, Gestamp, Inditex, Mango, Mercadona, Osborne, Pascual, Puig o Santander, entre otras.

El presidente ha excusado su presencia con los empresarios por la necesidad de atender su agenda internacional, muy cargada por el conflicto de Oriente Próximo, según informaron fuentes del Instituto de la Empresa Familiar. Expansión no obtuvo respuesta alguna de la Secretaría de Estado de Comunicación.

El congreso será inaugurado por el Rey Felipe VI y también intervendrán en él el lehendakari del Gobierno vasco, Íñigo Urkullu, y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente está hoy en El Cairo para asistir a una cumbre internacional, convocada por Egipto, para abordar el conflicto de Oriente Próximo, con el cerco de Israel a la franja de Gaza. A finales de la semana que viene también tendrá lugar una nueva cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

El IEF manifestó que comprende la ausencia de Sánchez del congreso empresarial debido a la agenda internacional. El monarca estará acompañado en Bilbao del titular de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, como ministro de jornada.

El caso es que Sánchez no acude a los actos del IEF desde que tuvo un enfrentamiento con los empresarios en el congreso que se celebró en Valencia en 2018. Entonces, los miembros de la asociación recibieron con frialdad el discurso del presidente.

El año pasado, en Cáceres, el malestar de los empresarios con el Gobierno fue muy explícito ante la política fiscal del Ejecutivo de subir los impuestos a las grandes fortunas, además del Impuesto de Sociedades. También a las compañías energéticas y a la banca.

Además, en plena escalada de la inflación, tanto Sánchez como Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y las titulares de Derechos Sociales, Ione Belarra, y de Igualdad, Irene Montero, se dedicaron a descalificar a los empresarios. El Gobierno acusó a los empresarios de generar inflación al aumentar los márgenes y los beneficios frente a la moderación de los salarios. Frente a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. Es más, por esta razón, el Ministerio de Economía creó el Observatorio de los márgenes empresariales. Para poder analizar la evolución de este factor de las empresas en relación con el Índice de Precios de Consumo.

Incluso, a lo largo del congreso de Cáceres, los empresarios manifestaron literalmente al Ejecutivo que no tenían miedo a sus amenazas y reafirmaron su decisión de mantener sus empresas en España. Estos fueron algunos de sus mensajes "el Gobierno no nos asusta ni nos escondemos. Pedimos decisiones con rigor y sin populismos. No nos ha echado de España la pandemia del coronavirus y no nos va echar la marejada fiscal que vivimos"

Incluso, recalcaron su intención de seguir invitando todos los años a su congreso al presidente del Gobierno, cualquiera que sea su color político. "Para nosotros es un gran honor poder contar con la presencia del presidente del Gobierno de España", dijo Andrés Sendagorta en el discurso que cerró el congreso del año pasado.