Australia restringirá la entrada de inmigrantes bajo un nuevo plan poblacional del primer ministro
miércoles, 20 de marzo de 2019
Gobierno recortará los cupo para la migración en 15% y emitirá nuevas visas que exigirán que algunos trabajadores calificados vivan en áreas regionales
Diario Financiero - Santiago
Australia recortará su cupo para la migración en 15% y emitirá nuevas visas que exigirá que algunos trabajadores calificados vivan en áreas regionales, en un plan poblacional que según el primer ministro Scott Morrison es necesario para aliviar la presión sobre las grandes ciudades.
El límite máximo anual de inmigración se reducirá de 190.000 cupos a 160.000, una cifra en línea con las entradas registradas entre 2017 y 2018, el nivel más bajo en una década. A hasta unas 23.000 personas se les exigirá vivir y trabajar en áreas regionales de Australia durante al menos tres años antes de poder acceder a una residencia permanente.
"La gestión del crecimiento de la población no se trata solo del ingreso migratorio", dijo Morrison en un comunicado el miércoles. "Se trata de infraestructura, se trata de acuerdos municipales y regionales, se trata de nuestros proyectos para detener la congestión, eliminar los cuellos de botella en el tráfico".
El gobierno de Morrison, que sigue atentamente los resultados de las encuestas de cara a las elecciones de mayo, desea abordar las preocupaciones de los votantes en las principales ciudades. Estos incluyen temores de que la inmigración que ayudó a aumentar la población de
Australia en 50% durante las últimas tres décadas también haya sobrecargado la infraestructura, elevado los costos de las viviendas y reducido los salarios. Sin embargo, también es consciente de que una drástica caída en las llegadas podrían poner en peligro un motor central del crecimiento económico.
Australia ha tenido durante mucho tiempo una relación problemática con la inmigración, a pesar de ser uno de los países más multiculturales en el mundo desarrollado. Tras el ataque del viernes pasado, que mató a 50 personas en dos mezquitas en Nueva Zelanda, un acto de terrorismo de motivación racial presuntamente perpetrado por un australiano, la atención se ha centrado en si los políticos, incluidos los del propio partido de Morrison, han estado avivando los temores sobre los inmigrantes y los refugiados.