Automotor y banca serían los sectores más afectados con un brexit duro
miércoles, 4 de septiembre de 2019
Ante la pérdida del apoyo mayoritario en el parlamento británico, el primer ministro Boris Johnson presentó propuesta para realizar elecciones generales.
María Paula Aristizábal Bedoya
El brexit ha sido un tema de largo aliento. Desde el referendo del 23 de junio de 2016, Reino Unido emprendió su camino para salir de la Unión Europea, una maniobra que hoy le está pasando factura a las empresas radicadas en la zona. Desde que Theresa May anunció su salida como primera ministra, los inversionistas han retirado su capital de manera constante, de hecho, Reino Unido ha registrado reembolsos por el orden de US$4.000 millones en fondos de renta variable.
El panorama al que se ha tenido que enfrentar Boris Johnson, quien se posicionó como el primer ministro británico desde el pasado julio, no ha sido el más favorable. Ayer, el que sería uno de los días decisivos para definir el norte del brexit, uno de sus legisladores conservadores desertó para unirse a la contraparte, los demócratas liberales quienes defienden la idea de quedarse en la Unión Europea. De esta forma, Johnson perdió su mayoría en el Parlamento, siendo este uno de los escenarios más complicados para seguir defendiendo su opción de divorcio sin acuerdo.
Esa fue la razón por la que al cierre de esta edición versiones de medios británicos informaban por redes sociales que Johnson presentaría en la noche una propuesta para que se realicen elecciones generales.
La incertidumbre que hoy se vive en el Reino Unido ha provocado que las industrias evalúen el futuro de sus negocios y contemplen la idea de cerrar sus operaciones en el mercado británico. Tal es el caso de Honda, la primera empresa del sector automotriz que anunció en febrero de este año el cierre de la única planta de fabricación que tienen en la Unión Europea, la cual está ubicada en Swindon, genera más de 3.500 empleos y cerrará operaciones en 2021.
El fabricante japonés Nissan también anunció que no fabricará más el modelo X-Trail en la planta de Sunderland que genera más de 6.000 puestos directos y cuenta con más de 25.000 de proveedores. Toyota, se sumó a la ola de incertidumbre y anunció que en el caso de que se presente un brexit duro, cerrarían su planta en Burnaston, que genera 3.200 empleos.
No está de más recordar que las inversiones en el sector automotor que en el primer semestre de 2017 ascendían a US$710 millones, hoy han disminuido 39,4%, alcanzando los US$430 millones en el mismo período de este año.
En el sector financiero, Banco Santander trasladó la sede de sociedades británicas a España y clausuró 140 sucursales que contaban con 1.270 empleados. Hsbc anunció que reducirá 2% de su fuerza laboral en todo el mundo, dejando a la deriva 4.000 empleos, mientras que Banco Sabadell plantea fusionar o vender su filial en Reino Unido para 2021.
El sector de aerolíneas es uno de los más sensibles al brexit. Luego de que Johnson anunciara la suspensión del Parlamento británico hasta el 14 de octubre, se produjo una reactivación de las ventas en las cotizaciones de las aerolíneas europeas. ¿Las más afectadas? EasyJet y Wizz Air que la semana pasada llegaron a tener pérdidas hasta del 4%. Por su parte, IAG, holding propietario de British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level, centra sus fuerzas en no perder las licencias que tiene para volar en la UE.
El escenario tampoco es bueno para la plaza bursátil de Reino Unido, que viene en picada. Ayer, la libra esterlina se ubicó en US$1,20 luego de haber iniciado el año en US$1,27 y haber tocado máximos (para lo que va corrido del año) el 13 de marzo con US$1,33. En esa misma línea, los retiros de los fondos en la City desde mayo ascienden a US$4.200 millones por el temor a un brexit duro. Eso sin contar los reembolsos por US$496 millones que sufrieron los fondos inmobiliarios británicos en julio y la salida de Telefónica de la Bolsa de Londres.
Para el economista Salomón Kalmanovitz, en el Reino Unido lo que reina es la incertidumbre. “No se sabe cuál va a ser el resultado de la pugna, por eso se debilitó la libra y todos los planes están suspendidos. La razón principal es que las empresas no tendrían acceso al mercado común y tendrían trabas para el tránsito de las mercancías. Eventualmente, eso se superaría cuando las empresas se acostumbren a la dinámica y paguen los aranceles que no serían muy altos”, comentó.