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Bajo la sombra de Trump, el mundo pone en marcha el Acuerdo de París

Reuters

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Al final de las negociaciones de dos semanas sobre calentamiento global que se realizaron en Marrakech, muchos países hicieron un llamamiento a Trump, quien ha dicho que el cambio climático es un engaño, para que reconsidere su amenaza de desechar el Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Mostrando su determinación para mantener el Acuerdo de París por buen camino, la conferencia acordó terminar el libro de normas a más tardar en diciembre del 2018. El libro es necesario porque el acuerdo dejó muchos detalles vagos, como la forma en que los países informarán y supervisarán sus compromisos para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Dos años podrían sonar como un largo tiempo, pero se necesitó de cuatro años para acordar las normas detalladas del Protocolo de Kyoto de 1997, el predecesor del Acuerdo de París, que sólo obligaba a los países desarrollados a reducir sus emisiones. El nuevo tratado exige compromisos de todas las partes.

El texto final también instó a los países ricos a continuar aportando a la meta de brindar US$100.000 millones al año en financiamiento para iniciativas relacionadas al cambio climático en los países en desarrollo al 2020.

El ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Salaheddine Mezouar, dijo en una conferencia de prensa que Marrakech había sido el punto de partida para convertir las promesas realizadas en París en acciones e instó a Trump a sumarse a otros países para limitar las emisiones.

Trump planea favorecer el uso de combustibles fósiles por encima de las energías renovables y ha amenazado con frenar cualquier aportación de fondos de los contribuyentes estadounidenses a los programas climáticos de Naciones Unidas.

El jueves, los gobiernos reafirmaron su compromiso de "implementar totalmente" el acuerdo de París, que busca frenar gradualmente las emisiones de gases de efecto invernadero durante este siglo y limitar el aumento promedio de la temperatura global a "muy por debajo" de 2 grados centígrados.