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Banco Central Europeo se despide de 2014 con los tipos de interés estables en 0.05%

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La cada vez más patente amenaza deflacionista no ha llevado hoy al Banco Central Europeo (BCE) a concretar medidas que alejen de una vez por todas a ese fantasma que Mario Draghi, el presidente del organismo monetario europeo, no quiere ni mencionar.

El BCE ha anunciado, tal y como se esperaba, que mantiene los tipos de interés de la zona euro en el mínimo histórico de 0.05% con su habitual objetivo de apoyar la conyuntura economíca y evitar la recesión. Asimismo, ha dejado en -0,2% la tasa que cobra a los bancos por dejar su dinero en la facilidad de depósito y en 0,3% el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito.

Por otro lado, Draghi ha dicho que no ha habido unanimidad sobre el tamaño del balance que quieren alcanzar y que habían cifrado en US$3.700 millones, el nivel que tenía en 2012. Una declaración que unida a sus palabras de ambiguedad sobre el QE han decepcionado al mercado y arrastrado a la baja a las bolsas. El Ibex recorta ya más de 2%.

En la rueda de prensa, que el presidente del BCE ha ofrecido por primera vez en su nueva sede de Fráncfort, un edificio "que renueva la imagen de la institución", según ha recordado Draghi, el banquero ha recalcado que están preparados para tomar las decisiones que sean necesarias para impulsar la economía y los precios. Un mensaje que se ha quedado corto para el mercado.

Revisa a la baja sus previsiones de IPC y PIB

A esto se suma una revisión a la baja de sus previsiones macroeconómicas, tanto de inflación como de crecimiento. Las últimas previsiones macroeconómicas apuntan a una inflación más reducida debido a los riesgos geopolíticos, el tipo de cambio y evolución de los precios de la energía, según ha explicado Mario Draghi.

En esta reunión como cada tres meses, la entidad ha revisado sus previsiones de inflación. Así ha augurado un IPC de 0.5% en 2014, una décima menos de lo esperado en septiembre, de 0.7% en 2015, desde 1.1% anterior, y de 1.3% en 2016, una décima menos de lo anunciado en septiembre.

Por otro lado, ha rebajado fuertemente sus pronósticos de crecimiento respecto a sus anteriores previsiones. Ha augurado un aumento del PIB de 0.8% en 2014, una décima menos de 0.9% anteriormente pronosticado. Pero donde se produce el mayor recorte es en sus previsiones de 2015, que bajan un 0.6%, a 1%. Para 2016 adelantan un crecicimiento de 1.5%, desde 1.9% previo y de 1.5% en 2016.

El banquero italiano también ha acusado estas revisiones a la baja al impacto de la situación en la demanda doméstica y a las exportaciones, y ha advertido que predominan los riesgos a la baja, incluyendo la debilidad de las economías de la eurozona y los riesgos geopolíticos.

¿QE a comienzos de 2015?

Draghi ha apuntado que se considerarán nuevas medidas a comienzos del año que viene, un mensaje coherente con las recientes palabras de Constancio, el vicepresidente del BCE, de que se decidirá la compra de deuda pública (QE) al comienzo de 2015.

Además, ha dicho que el staff del BCE ha progresado en los preparativos ténicos para tomar más medidas que podrían ser implementadas en el momento oportuno, si es necesario.

Por otro lado, Draghi ha indicado que a principios del nuevo año revisarán el impacto de las medidas tomadas hasta el momento -compra de cédulas y ABS- y su impacto en el balance del BCE antes de tomas más medidas.

Asimismo, valorarán el impacto de la caída del precio del petróleo, que no está incluida en las proyecciones presentadas hoy.

En ese sentido ha apuntado que valorarán nuevas medidas el próximo año, pero eso no significa que sea en la próxima reunión del 22 de enero.

Asimismo, el banquero central ha hecho referencia a la segunda ronda de liquidez condicionada (Tltro) que tendrá lugar el próximo 11 de diciembre. Ha dicho que es complicado dar una cifra estimada y que el resultado de la primera subasta de septiembre fue inferior de las expectativas, pero el impacto fue importante.