Banco Mundial ve que la meta de eliminar la pobreza extrema a 2030 no se cumplirá
martes, 15 de octubre de 2024
El objetivo global de evitar que haya personas que vivan con menos de US$6,8 por día tomaría más de un siglo según nuevos datos
La pobreza en el mundo está lejos de dejar de ser un problema que presiona la desigualdad, así concluye el Banco Mundial su actualización del informe de ingresos en el planeta. De hecho ve que, la pobreza, que hoy la sufren personas que viven con menos de US$6,85 por día, tomará más de un siglo en eliminarla.
Lo mismo ocurre con la pobreza extrema, en este margen se incluyen a las personas que viven con menos de US$2,15 por día, el Banco Mundial dice que la meta de eliminar esa condición social en 2030, es casi imposible. "Podrían necesitarse tres décadas o más para eliminar la pobreza en ese umbral, que es relevante principalmente para los países de bajos ingresos" dicen los investigadores.
Casi 700 millones de personas (8,5% de la población mundial) viven hoy con menos de US$2,15 por día, y se proyecta que 7,3% de la población vivirá en pobreza extrema en 2030. La pobreza extrema sigue concentrada en países con un crecimiento económico históricamente bajo y fragilidad, muchos de los cuales se encuentran en África subsahariana.
Según el reporte, en la actualidad, cuatro de cada 10 personas vive con menos de US$6,85 por día, es decir, 44% de la población mundial sufre en condiciones precarias. "El número de personas que viven por debajo de ese umbral apenas ha variado desde 1990 debido al crecimiento demográfico".
“Tras décadas de progreso, el mundo está experimentando graves reveses en la lucha contra la pobreza mundial, como resultado de desafíos interrelacionados que incluyen el lento crecimiento económico, la pandemia, el alto nivel de deuda, los conflictos y la fragilidad, y los shocks climáticos ”, dijo Axel van Trotsenburg, Director Gerente Superior del Banco Mundial . “En medio de estas crisis superpuestas, un enfoque de seguir como hasta ahora ya no funcionará. Necesitamos un manual de desarrollo fundamentalmente nuevo si realmente queremos mejorar las vidas y los medios de subsistencia de las personas y proteger nuestro planeta”.
Indermit Gill, economista jefe del Grupo del Banco Mundial y vicepresidente superior de Economía del Desarrollo , señaló que, “los países de bajos ingresos y las economías de mercado emergentes harían bien en reconocer la inevitabilidad de las compensaciones entre estos objetivos, pero también en apreciar algunas sinergias. Las políticas para reducir la contaminación del aire, por ejemplo, contribuyen tanto a los objetivos climáticos como a los de desarrollo. Las inversiones sostenidas en educación y salud brindan mayores beneficios relacionados con la pobreza y la prosperidad en los países en desarrollo que los programas de asistencia social financiados con impuestos. Y las iniciativas gubernamentales bien ejecutadas para aumentar la capacidad de los agricultores para adoptar nuevas tecnologías inteligentes en relación con el clima pueden reducir la pobreza, difundir la prosperidad y preservar el planeta”.