Brasil impone más obstáculos a las importaciones
martes, 2 de octubre de 2012
Ripe
Brasil impuso nuevas restricciones a las importaciones en una variedad de formas que van desde elevar aranceles a 100 productos y duplicar sus investigaciones de defensa comercial hasta el aumento previsto de más obstáculos a fabricantes externos en el sector automotriz.
El gobierno brasileño puso en vigor a partir de ayer un incremento al impuesto de importación para un centenar de productos por un periodo de 12 meses, que puede ser prorrogable hasta el 31 de diciembre del 2014.
Los aranceles escalaron a un rango de entre 14 y 25%, lo que representa en la mayoría de los casos un alza de 10 puntos porcentuales y un monto que equivale a 4% del total de las compras externas de esa nación. Incluyen papas, láminas de aluminio, neumáticos, plásticos y piezas metálicas.
“El gobierno optó por elevar los aranceles a un máximo de 25%, en niveles inferiores a los permitidos, a partir de propuestas hechas por el propio sector productivo nacional”, dijo Emilio Garofalo Filho, subsecretario ejecutivo de la Cámara de Comercio Exterior de Brasil.
De acuerdo con sus compromisos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), Brasil puede subir sus impuestos a la importación hasta 35% para bienes industriales y hasta 55% a productos agrícolas.
En otro frente, Brasil ha iniciado 47 investigaciones de defensa comercial en lo que va del 2012, más del doble que durante todo el año pasado, batiendo un récord. Comprenden denuncias antidumping (contra presuntas prácticas de comercio desleal) y pedidos de salvaguarda (para proteger a su industria ante un alud de importaciones).
Una tercera medida anticipada consiste en la imposición de requerimientos adicionales para importación de automóviles, con exigencias de contenido nacional e inversiones en innovación y tecnología para no someterse a mayores impuestos, límites de importación y barreras de precio.
Brasil programa elevar los aranceles a la importación de otros 100 productos en las próximas semanas.
Los industriales brasileños querían que su gobierno aumentara los aranceles a 300 clasificaciones de productos, no a 200, como finalmente se anunció.