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Brasil sube tasas de interés en 25 puntos básicos por primera vez en casi dos años

Reuters

Brasil subió sus tasas de interés por primera vez en casi dos años, intensificando su batalla contra una creciente alza de precios que amenaza con frenar la débil recuperación de la mayor economía de América Latina.

El Banco Central subió su tasa referencial Selic  a 7,50% desde un mínimo histórico de 7,25 por ciento.

La decisión llega después de una ola de descontento popular ante un rápido aumento de los precios de los alimentos básicos y crecientes temores políticos de cara a la elección presidencial del 2014, a medida que Brasil avanza hacia un tercer año consecutivo de modesto crecimiento.

El Banco Central dijo que la elevada inflación y alzas generalizadas de precios requerían de una respuesta de política monetaria.

"El Comité considera que el elevado nivel de inflación y la dispersión de los incrementos de precios, entre otros factores, contribuyen a que la inflación muestre resistencia y se requiere de una respuesta de política monetaria", dijo el banco en su comunicado.

Dijo también que las incertidumbres domésticas y principalmente internacionales "rodean el futuro panorama para la inflación, sugiriendo que la política monetaria debería ser manejada con cautela", agregó.

La decisión del comité de política monetaria del banco, conocido como Copom, no fue unánime, ya que dos de sus ocho miembros votaron por mantener las tasas estables. Fue la primera alza desde julio del 2011.

Los aumentos de precios en meses recientes se aceleraron tanto que la inflación anualizada de 6,59% en marzo perforó el techo de la meta oficial. El creciente costo de los alimentos y otros productos básicos causaron descontento popular en un país que sufrió la hiperinflación hace un par de décadas.

La inflación está también complicando el panorama político para la presidenta Dilma Rousseff, que aunque no logre un fuerte crecimiento económico apuesta al menos a la estabilidad para reelegirse en los comicios del próximo año.

Aunque Rousseff goza todavía de altos niveles de aprobación, los analistas políticos dicen que continuas alzas de precios u otro tipo de volatilidad económica podrían erosionar rápidamente su caudal electoral.

El presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, enfrenta una decisión complicada. Aunque un alza de las tasas de interés debería contener la inflación, debe mantenerlas a un nivel que estimule el crecimiento de la estancada economía.

La alta inflación ya empezó a golpear la economía real en un país donde las administraciones de Rousseff y su predecesor, el ex presidente Luiz Inácio Lula de Silva, combinaron políticas sociales con un crecimiento sostenido.

Pero el boom económico de la última década perdió fuerza desde mediados del 2011 y una serie de agresivas medidas de estímulo están ahora amenazadas por la inflación. Las ventas minoristas cayeron sorpresivamente en febrero, a medida que los brasileños eliminaron algunos alimentos de su lista de compras y los funcionarios temen que la inflación pueda ahuyentar futuras inversiones.

El símbolo de las recientes preocupaciones es el tomate.

Los precios del tomate aumentaron más de 120 por ciento en un año, convirtiendo al vegetal en tapa de las revistas y diarios que critican al Gobierno por no contener la inflación. En algunas partes de Brasil, un kilo de tomates cuesta más que un kilo de carne.