Actualmente algunos estados y sus respectivas economías siguen bajo la sombra de altísimas deudas públicas que no les permiten estabilizarse, aun cuatro años después del momento más crítico vivido por el sistema capitalista en las décadas más recientes. Dicha situación se convirtió en objeto de estudio del Strategic Research Center de EAE Business School y como resultado de su minucioso trabajo se acaba de publicar el ranking global de las economías, basado en el porcentaje de deuda pública que poseen en relación con su producto interno bruto (PIB); es decir, con base en el total del valor monetario de la producción de bienes y servicios durante el año anterior.
La deuda pública es descrita someramente como la sumatoria crediticia que una economía adquiere con otras entidades, ya sean de carácter particular o de su misma categoría; esto es, deuda adquirida por capitales provenientes de otros gobiernos. Dicho mecanismo es uno de los instrumentos con los que cuentan las economías estatales para financiar sus actividades. Es, por tanto, un recurso necesario para desarrollar política económica, fundamentalmente cuando el flujo de capital se contrae. No obstante, su indebido manejo puede llevar al traste cualquier cantidad de proyectos que se lleven a cabo. El informe que se ha publicado desvela asuntos críticos para las economías que todavía se siguen considerando más fuertes alrededor del planeta, mientras sitúa en una muy buena situación a las naciones consideradas emergentes y, en general, a las que forman parte de América Latina.
Como resultado del estudio adelantado por Strategic Research Center, se ha podido constatar que los países con mayor volumen de deuda pública con base en su PIB para 2013 son, en su orden, Japón, Estados Unidos, Canadá, India y Brasil. Porcentualmente, los dos primeros casos están desbordando cualquier expectativa, pues las cifras para Japón están situadas en una deuda del 237% sobre su PIB (que equivale a deber más de dos veces lo que se produce), mientras que los Estados Unidos han quedado en déficit del 7%, dado que su compromiso público quedó ajustado en 107% con base en su producción anual. El caso de Brasil es el más crítico de la América Latina, ya que al poseer una deuda proporcional al 64% de su PIB, está lejos de las primeras posiciones regionales presentadas por el estudio en cuestión. Esto, aunque en relación con el periodo anterior haya logrado decrecer la cifra en un punto porcentual. Brasil es uno de los casos en los que el porcentaje de deuda se contrajo, si se compara con lo ofrecido en 2012.
América Latina, como se ha hecho norma en los últimos años, ocupa buenas posiciones en relación con el ítem evaluado. En general, puede señalarse que existe una tendencia a reducir los niveles porcentuales de dicho indicador. Gestiones como las realizadas por los gobiernos de Colombia, Perú, Panamá, México y Ecuador son catalogadas de austeras y acertadas, pues han puesto la cifra por debajo de la tendencia alcista de europeos y norteamericanos.
Para el caso colombiano el informe de EAE Business School entregó un 32% como número final del estudio realizado por la escuela de negocios. El gobierno nacional, por su parte, presenta estadísticas con fecha a 31 de marzo del 33,8% de deuda pública total en relación con el PIB, lo que evidencia una variación en más de un punto para el primer trimestre del año que está en curso. Sin embargo, en el global, Colombia está aún dentro de los márgenes que no generan preocupación. En Europa hay 14 economías por encima del 60% en lo que concierne a este indicador.
Pero es de resaltar lo de Chile, Ecuador y Perú. Con cifras de 11%, 19% y 20% respectivamente, estas tres naciones operan tranquilas en lo referido con sus compromisos de deuda.