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BYD retrasa su planta en México por incertidumbre comercial y tensiones con EE.UU.

Reuters

La empresa sigue interesada en expandirse en América, pero no tiene un calendario para realizar una nueva inversión, según declaró la vicepresidenta

Bloomberg

El principal fabricante de vehículos eléctricos de China, BYD, ha suspendido sus planes de construir una planta en México debido a las tensiones geopolíticas y la incertidumbre derivada de las políticas comerciales del presidente de EE.UU., Donald Trump.

La empresa sigue interesada en expandirse en América, pero no tiene un calendario para realizar una nueva inversión, según declaró la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, en una entrevista el martes en el estado brasileño de Bahía, donde la empresa está abriendo su primera fábrica fuera de Asia.

“Las cuestiones geopolíticas tienen un gran impacto en la industria automovilística”, afirmó Li. "Ahora todo el mundo está replanteándose su estrategia en otros países. Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión".

BYD había estado evaluando tres ubicaciones en México para construir una nueva planta de automóviles antes de detener la búsqueda activa el año pasado, a la espera de los resultados de las elecciones presidenciales de EE.UU., según informó Bloomberg News en septiembre.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo en marzo que BYD no había presentado una oferta formal para invertir en el país. El Ministerio de Comercio de China también retrasó la aprobación de la planta mexicana por temor a que EE.UU. pudiera acceder a la tecnología de la compañía, según el Financial Times.

Todo esto ocurrió antes de que Trump anunciara aranceles generalizados sobre docenas de socios comerciales de EE.UU., junto con impuestos específicos sobre ciertos productos importados, incluidos los automóviles, lo que ha afectado gravemente las cadenas de suministro del sector.

Los fabricantes de automóviles estadounidenses han advertido que estos aranceles impondrán millas de millones de dólares en costos adicionales. General Motors dijo el mes pasado que invertirá US$4.000 millones para trasladar la producción de varios modelos de camionetas y SUV de fábricas en México a EE.UU.

BYD aún planea expandir su capacidad de producción, pero no está claro cuándo se tomará esa decisión, dado el actual entorno de comercio global incierto, señaló Li.

Planta en Brasil

Li habló al margen de una ceremonia para celebrar la inauguración de su planta en Brasil, la primera de la empresa fuera de Asia. En mayo, los fiscales laborales brasileños demandaron al fabricante chino de automóviles ya dos contratistas por presuntos casos de trabajo esclavo y tráfico de personas durante la construcción de la planta en Camaçari, en el estado de Bahía.

BYD reiteró en ese momento su “compromiso innegociable con los derechos humanos y laborales” y afirmó que cumpliría la legislación brasileña y las normas internacionales de protección laboral.

Li afirmó que este episodio ha llevado a la empresa a replantearse su estrategia de expansión internacional ya llevar a cabo sus futuros proyectos de forma más gradual y con una mayor implicación local.

"Debemos frenar el ritmo y dejar de centrarnos tanto en la velocidad. Tenemos que trabajar más con las empresas locales", afirmó. “Llevará más tiempo, pero está bien”.

Una vez en funcionamiento, la fábrica de BYD en Camaçari tendrá capacidad para producir 150.000 vehículos al año, con planes de ampliar la capacidad a 300.000 unos dos años más tarde. La planta realizará el montaje final de vehículos parcialmente construidos que se envían desde China, y se espera que la producción comercial comience en menos de dos meses, según Li.

Li afirmó que la empresa ya tiene planes para duplicar la capacidad de la planta en el futuro, sin dar más detalles.

BYD ha solicitado al gobierno brasileño que reduzca durante 12 meses los aranceles de importación de los kits de vehículos que tiene previsto montar durante la fase inicial de la planta, según Alexandre Baldy, vicepresidente senior de BYD Auto Brasil.

Si los automóviles parcialmente construidos que BYD planea completar en Brasil se gravan con la misma tasa que las importaciones de vehículos terminados, “no tiene sentido importar un automóvil semidesmontado”, dijo Baldy a los periodistas.

El gobierno brasileño aún no se ha pronunciado al respecto.

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