Camas de hoteles cuatro estrellas en España ahora son 48,5% de la oferta total
domingo, 31 de agosto de 2025
El beneficio por habitación disponible, indicador que más miran los inversionistas, casi se ha triplicado hasta 190 euros
España cuenta actualmente con 1,92 millones de camas ofrecidas por el sector hotelero y datos históricos muestran una participación creciente entre las disponibles en alojamientos de cuatro y cinco estrellas.
Según las métricas canalizadas por El País, mientras que en 2007 los hospedajes de tres estrellas representaban 35% de la oferta total, su peso cayó a 25%, con corte a 2024. En contraste, el segmento cuatro estrellas subió desde 33,4% a 48,5% en el mismo periodo de referencia. Igualmente, el de cinco estrellas pasó de 4,3% a 6,6%.
¿Cuáles son las razones que han conducido a esta revolución? La primera es el crecimiento continuado de la demanda en esos 17 años, que le han permitido a España pasar de recibir 59,2 a 93,4 millones de viajeros. Un aumento de la demanda que se ha traducido a su vez en un crecimiento exponencial de tarifas y beneficios, en especial en el segmento de cinco estrellas, que ha sido determinante para la entrada de inversores extranjeros o grandes cadenas hoteleras de lujo.
En 2007 dormir en una habitación de un hotel de cinco estrellas en España costaba, en promedio, 145 euros. Diecisiete años después, la tarifa se ha casi duplicado hasta los 275 euros. El beneficio por habitación disponible (Revpar por sus siglas en inglés), el principal indicador de rentabilidad que miran los inversores, se ha casi triplicado hasta los 190 euros.
No solo se han abierto muchas más camas nuevas de cuatro o cinco estrellas, sino que las que había han sido sometidas a reformas integrales para elevar las tarifas y la rentabilidad. Ese es el principal argumento de defensa de los propietarios de los activos frente a quienes los señalan de excederse en las tarifas.
Desde la consultora inmobiliaria Colliers se resalta que esta apuesta por el lujo y el ocio, tanto en vacacional como en urbano, obedece al peor comportamiento del turismo corporativo. “La apuesta por el estilo de vida y el lujo se debe al reconocimiento durante las dos últimas crisis de que la demanda corporativa es más sensible a la coyuntura económica, mientras que la de ocio ha resultado ser mucho más resiliente”, apuntó Laura Hernando, directora general de Hoteles en Colliers España.
Hernando considera que el segmento de tres estrellas, pese al recorte de la oferta desde la Gran Recesión, es el que mayor estabilidad ha mostrado. “Su menor exposición a mercados internacionales y su mayor dependencia del turista doméstico, habitualmente más repetidor y menos estacional, los ha hecho menos vulnerables a shocks globales”. También recalcó que ofrece una buena estabilidad en términos de beneficio, con menos oscilaciones y una base de clientes menos volátil.
Lo que las estadísticas del INE no recogen es una tendencia que se ha empezado a vislumbrar en la primera mitad de este año: un incremento sin precedentes de la inversión hacia el segmento económico, que desbancó al de cinco estrellas y cuatro estrellas como los que más fondos atraen.
En el primer trimestre, la inversión en este tipo de hoteles en España rozó los 100 millones de euros, 17% del total, cuadruplicando el peso del mismo período de 2024, tal y como señala un informe de CBRE.