Construcción

Carlos Slim es el mayor perjudicado por el fin del aeropuerto en México

Bloomberg

La cancelación también deja US$6.000 millones en bonos en el aire, así como dificultades operativas para las aerolíneas

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La lista de posibles perdedores tras la cancelación del proyecto aeroportuario de Ciudad de México de US$13.000 millones comienza con el hombre más rico de la nación y continúa con empresas, inversionistas, aerolíneas y pasajeros.

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, canceló el lunes el proyecto parcialmente construido después que un referéndum informal celebrado la semana pasada mostrara que la mayoría de los mexicanos se oponían a continuar con la construcción. La decisión causó la caída de los mercados.

Entre los que perderán figura el multimillonario Carlos Slim, quien posee la mayor parte de los US$1.600 millones en Fibra E –un híbrido entre una sociedad limitada maestra y un fideicomiso de inversión en infraestructura y bienes raíces– emitidos por el grupo que construye el aeropuerto. La cancelación también deja US$6.000 millones en bonos en el aire, así como dificultades operativas para las aerolíneas y riesgos más amplios para el mercado y el país. Muchos inversionistas ahora están preocupados de que López Obrador tome decisiones similares sobre contratos petroleros o proyectos mineros.

"El enfoque amistoso inicial hacia los mercados y el sector privado ahora está siendo cuestionado más firmemente", señaló Jorge Mariscal, director de inversiones de mercados emergentes de UBS Global Wealth Management, en una entrevista desde Nueva York. “Inyecta mucha más incertidumbre al panorama mexicano".

A continuación, encontrará quiénes son los perdedores tras el anuncio del lunes:

Carlos Slim
El grupo aeroportuario recaudó US$1.600 millones a través de la oferta pública inicial del Fibra E, la mayor parte de la cual fue adquirida por Inbursa, el fondo de pensiones de Slim. Mientras que el Fibra E es un contrato complejo y liquidarlo no tiene precedentes, el prospecto inicial dice que, en caso de cancelación, los titulares recibirán ingresos del aeropuerto existente a partir de enero, al menos dos años antes de que hubieran comenzado los pagos del nuevo aeropuerto.

La constructora de Slim también está muy involucrada en el proyecto. Grupo Carso de su propiedad se asoció con Empresas ICA y otros para construir la terminal futurista diseñada por el renombrado arquitecto británico Norman Foster, un contrato por un valor cercano a US$4.000 millones.

Carso también está construyendo una de las pistas con un costo estimado de alrededor de US$400 millones cuando se adjudicó el contrato.

Tenedores de bonos del aeropuerto
Si bien López Obrador ha dicho que no pedirá un recorte a los tenedores de bonos, no está claro qué ocurrirá exactamente.

La administración entrante ha dicho que existen fondos para proteger las inversiones, y que sostendrá negociaciones con inversionistas para llegar a un resultado satisfactorio para todas las partes, pero muchos de los inversionistas son escépticos

"Habrá que hacer aclaraciones sobre los métodos, el proceso", dijo Michael Roche, estratega de renta fija de Seaport Global Holdings en Nueva York. "Dado que el gobierno mexicano está en ambos lados -- inversionista de capital y autoridad de gobierno que retira la concesión -- ¿quién supervisará el proceso?

Aerolíneas y operadores aeroportuarios
Los operadores aeroportuarios OMA, Asur y Gap, que operan casi todos los demás aeropuertos comerciales de la nación, buscaban un nuevo centro aeroportuario para la industria. OMA cayó hasta un 6,9% el lunes, la mayor pérdida desde abril de 2013. Asur y Gap sufrieron la mayor caída en tres meses y siete meses, respectivamente.

Las aerolíneas mexicanas – Aeroméxico, Volaris e Interjet – habían manifestado insistentemente la necesidad de continuar con la construcción del nuevo aeropuerto, reclamando que el actual aeropuerto Benito Juárez está saturado, lo que les dificulta agregar más vuelos y frecuencias.

Inversionistas de México
Para los inversionistas en activos mexicanos, cancelar el aeropuerto puede representar la primera prueba de mercado real para López Obrador – una que a sus ojos simplemente no pasó. Muchos advierten que la cancelación establece un precedente peligroso, y que la debilidad en los activos financieros inmediatamente después del anuncio puede persistir.

Los analistas de JPMorgan rebajaron sus expectativas para el crecimiento del PIB de 2019 de un 2,4% a un 1,9%.

"Esperamos que el PIB del próximo año se vea afectado por una debilitada confianza empresarial y otros efectos secundarios de la incertidumbre política", escribieron los analistas.

Empresarios mexicanos
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México advirtió que el desarrollo económico y la infraestructura son problemas complejos y no deberían ser sometidos a un referéndum público. Adherirse a una consulta puede perjudicar proyectos de inversión del sector privado en el futuro, e incluso puede afectar el financiamiento de parte de los proyectos de infraestructura del propio López Obrador como el propuesto Tren Maya, según Mariscal de UBS.

Viajeros de Ciudad de México
Uno de los mayores efectos puede ser para la viabilidad de México como un centro aeroportuario regional. El año pasado, el aeropuerto Benito Juárez recibió a casi 45 millones de pasajeros, por sobre su capacidad de 35 millones. El estrés en el aeropuerto ha provocado retrasos y dificulta a las aerolíneas aumentar los vuelos. El plan de López Obrador de agregar pistas en el aeropuerto existente de Santa Lucía se puede topar con obstáculos.

Federico Patiño, jefe de Grupo Aeroportuario Ciudad de México, que supervisa la construcción de las instalaciones de Texcoco, dijo que el trabajo continuará bajo los términos actuales al menos hasta el 30 de noviembre, y que todavía no hay información sobre si los contratistas actuales podrían mudarse a Santa Lucía.

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