CEO de Pfizer admite lento avance en plan de vender fármacos a países de renta baja
jueves, 26 de septiembre de 2024
El programa, que la empresa denominó "Un acuerdo para un mundo más sano", se puso en marcha en 2022 y se amplió en 2023
Reuters
Pfizer ha firmado hasta ahora con menos de una cuarta parte de los países objetivo de un plan para poner sus medicamentos a disposición de las naciones más pobres del mundo a precios sin ánimo de lucro, poco más de dos años después de su lanzamiento.
El programa, que Pfizer denominó "Un acuerdo para un mundo más sano", se puso en marcha en 2022 y se amplió para abarcar más productos en 2023.Su objetivo es proporcionar a 45 países de renta baja un acceso asequible a toda su cartera de fármacos y vacunas, incluidos superventas como el anticoagulante Eliquis y el medicamento contra el cáncer Ibrance, así como nuevos productos.
La empresa fue criticada por el despliegue de su vacuna contra el covid-19, en el que algunos países más pobres tuvieron que esperar meses en comparación con otros más ricos.
El presidente ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo en una entrevista que el progreso fue más lento de lo que esperaba porque "pocos países se están movilizando realmente para introducir los productos". Según Pfizer, hasta ahora se han adherido diez países.
"Es muy difícil en términos de burocracia", dijo Bourla. "Tienen que cambiar el proceso de adquisición y registrar los productos, y esos son los cuellos de botella".
Muchos de los países incluidos inicialmente en la lista, desde Sudán del Sur hasta Myanmar, se enfrentan a importantes retos competitivos,como conflictos, catástrofes naturales y brotes de enfermedades.
Cinco países -Ruanda, Ghana, Malaui, Senegal y Uganda- se comprometieron a adherirse al acuerdo en 2022. Ruanda recibió el primer envío de 1.500 tratamientos para enfermedades infecciosas, inflamatorias y algunos tipos de cáncer en septiembre de ese año, pero desde entonces no ha habido más detalles sobre la entrega de medicamentos o vacunas.
Pfizer también está en conversaciones con otros diez países para que se unan al programa, pero Bourla reconoció que la empresa no había hablado directamente con todos los países que esperaba que se unieran, sino que en algunos casos dependía de que los países mostraran el programa a sus vecinos.