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Cepal: La región cumple metas de desarrollo, pero debe hacer más por el ambiente

Reuters

A dos semanas de que los miembros de las Naciones Unidas aprueben en Nueva York la agenda 2030 de desarrollo sostenible, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe dijo que el bloque cumplió varias metas clave de los ODM y sus resultados son el punto de partida para abordar los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
"La nueva agenda 2030 supone un avance respecto a los ODM, al pasar a una mirada más holística, participativa, interdisciplinaria y universal, donde el desarrollo debe estar orientado al cierre de brechas estructurales con sostenibilidad ambiental, para lograr mayor igualdad", dijo Alicia Bárcena, jefe de Cepal.
Los ODM fueron aprobados en septiembre del 2000 por los miembros de Naciones Unidas y constituyeron la hoja de ruta del desarrollo durante los últimos 15 años.
Según la Cepal, la región cumplió con el ODM orientado a erradicar la pobreza y el hambre, ya que entre 1990 y 2015 disminuyó en más de la mitad el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar por día.
El organismo destacó además que las cifras de participación laboral y desempleo muestran ahora los mejores niveles de los últimos 20 años.
En cuanto al ODM orientado a lograr la enseñanza primaria universal, en América Latina y el Caribe se estima que la tasa neta de matrícula en ese nivel al 2015 es del 93 por ciento.
Respecto a la mortalidad infantil, la región redujo en dos tercios las muertes de menores de cinco años y logró eliminar el sarampión casi por completo, junto a una alta tasa de vacunación.
El bloque, en cambio, todavía arroja altos niveles de mortalidad materna y de fecundidad adolescente, mientras que en el combate al VIH/Sida, el paludismo y otras enfermedades presenta una prevalencia inferior al promedio mundial, aunque en el Caribe muestra los índices más altos después de Africa Subsahariana.
En materia de sostenibilidad ambiental, otro de los ODM, la región emitió 7,7 toneladas anuales per cápita de gases de efecto invernadero en el 2012, por encima de la media mundial de 6,7 toneladas.
Pero sí redujo el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono y aumentó las superficies terrestres y marinas protegidas (13,3% en 2014 desde 4,9% en 1990), junto con el acceso sostenible al agua potable (95 por ciento en 2015).