Chevron nombra nuevo presidente para reemplazar a líder saliente

Mike Wirth, que ha hecho toda su carrera con Chevron Corp., sucederá a John Watson como presidente conforme la tercera mayor petrolera del mundo que cotiza en bolsa se recupera de un mercado global golpeado por un exceso de oferta que ahoga los precios.

Wirth, de 56 años, fue nombrado vicepresidente de la junta directiva en febrero y trae consigo 35 años de experiencia en refinería, químicos, ventas de combustible y gestión de tuberías en la empresa con sede en San Ramón, California. Su principal logro fue la venta de activos de bajo rendimiento como refinerías de petróleo y terminales de almacenamiento que fueron un obstáculo para las ganancias de Chevron.

El ascenso se hará efectivo el 1 de febrero, dijo Chevron en un comunicado el jueves. Watson, de 60 años, se retira después de más de siete años como presidente ejecutivo de una empresa cuyas raíces se remontan a la Standard Oil Trust del siglo XIX de John D. Rockefeller y que desató el auge petróleo de Arabia Saudita con el descubrimiento en 1938 de crudo en el reino. Durante el mandato de Watson, los inversionistas e Chevron más que duplicaron su dinero, en comparación con los rendimientos de menos de 60 por ciento para sus rivales internacionales más grandes, Exxon Mobil Corp. y Royal Dutch Shell Plc.

"Mike tiene un historial de logros y eso incluye la revitalización del downstream", dijo Watson en una entrevista telefónica después de que se publicara la declaración. "Es un tipo bastante versátil".

Watson, de profesión economista agrícola, ganó prominencia en Chevron por su gestión de la integración de Texaco Inc. en 2001 después de que Chevron la adquirió por US$45.800 millones. Sus planes tras la jubilación no incluyen el servicio gubernamental o convertirse en líder de otra compañía. "Mi sangre es rojo y azul Chevron", dijo Watson. No descartó entrar en el capital privado.

El legado de Watson en Chevron incluirá los gigantescos complejos de exportación de gas natural licuado Gorgon y Wheatstone en Australia, así como enormes activos de esquisto en Estados Unidos, Canadá y Argentina.