Chilenos acuden nuevamente a las urnas en intento por cambiar la Constitución de la dictadura
domingo, 17 de diciembre de 2023
Es la segunda vez poco más de un año que el país sudamericano celebra una votación para reemplazar su texto actual de la constitución
Reuters
Una vez más, los chilenos acuden el domingo a las urnas para decidir si reemplazan la Constitución que data de la dictadura de Augusto Pinochet.
Es la segunda vez poco más de un año que el país sudamericano celebra una votación para reemplazar su texto actual, una promesa nacida de protestas a gran escala, y a veces violentas, contra la desigualdad, que se apoderaron del país a fines de 2019.
La primera asamblea elegida para redactar un nuevo texto estuvo dominada por la izquierda, pero su borrador, centrado en derechos sociales, indígenas, ambientales y de género, fue rechazada abrumadoramente en septiembre del año pasado.
El electorado giró entonces a la derecha para el segundo borrador y los votantes eligieron una asamblea dominada por partidos conservadores.
Ese texto que se somete ahora a votación y se considera más conservador y favorable al mercado que la Constitución actual. La versión sitúa en el centro los derechos de propiedad privada y las normas estrictas en torno a la inmigración y la seguridad.
Por meses, los sondeos mostraron que es probable también se rechace esta propuesta, aunque la brecha se redujo en el período previo al referéndum.
La última encuesta de la firma Cadem, realizada el 1 de diciembre antes de un bloqueo electoral de 15 días, mostró que el 47% planeaba votar en contra (-3 puntos desde el 10 de noviembre) frente al 38% que planea aprobarlo (+6 puntos).
Nicholas Watson, director general de la consultora Teneo, dijo en un informe que, independientemente del resultado, existe la posibilidad de una mayor desilusión con el establishment político.
"Eso deja las causas de las protestas de 2019 en gran medida sin resolver, con todos los riesgos que eso implica aún latentes", opinó.
Si se aprueba el nuevo texto, el informe dice que obstaculizaría aún más la agenda del presidente izquierdista Gabriel Boric de reformas fiscales y de pensiones.
"Pero si bien una victoria por el 'no' daría un impulso a Boric, no sería transformador ya que aún así habría fracasado en uno de sus objetivos principales: reemplazar la Constitución de 1980", destacó.