Comercio

China promete abrir más su economía y pide unión frente al proteccionismo de Trump

Xi estaría de nuevo volcando su mirada al resto del mundo, al que le adelantó que importará US$30 billones

Diario Financiero - Santiago

China abrirá más su economía, reducirá sus aranceles y aumentará sus importaciones. Defenderá también la globalización económica y protegerá la propiedad intelectual.

Así describió el presidente Xi Jinping la política económica del gigante asiático para los próximos meses, frente a más de 3.600 empresas de 172 países y a líderes mundiales.

En su discurso de apertura de la Exposición Internacional de Importaciones de China, en Shangai, el jefe de Estado de la segunda potencia global aseguró que la apertura de su país es “imparable” e instó a los presentes a luchar unidos contra la ola proteccionista.

Aunque no mencionó a su principal rival comercial -Estados Unidos-, sí le dedicó numerosas alusiones al rechazar el comercio basado en la “ley de la selva”.

“A medida en que la globalización se profundiza, se va estrechando el camino de las prácticas de la ‘ley de la selva’ y del ‘ganador se lo lleva todo’ que conducen a un callejón sin salida”, dijo Xi. “La inclusión y la reciprocidad, y los beneficios mutuos son la ruta correcta”, apuntó.

Aunque el tono del mensaje dejaba sentadas las bases para un posible duro encuentro con Donald Trump a fin de mes en la cumbre del G20 en Argentina, el titular de la Casa Blanca dijo ayer que estaba “dispuesto” a llegar a un acuerdo comercial, siempre y cuando el trato entre ambos fuese “justo”.

Ya la semana pasada el mandatario estadounidense había dejado la puerta abierta a poner fin a la disputa arancelaria que ha remecido los mercados, al contar que había sostenido una “muy buena” conversación telefónica con su par chino con “gran énfasis” en el comercio. Sin embargo, Xi no mostró signos de deshielo.

Los indicadores asiáticos retomaron ayer las caídas, con el índice Hang Seng de Hong Kong cerrando con una baja de 2,1%, mientras que el CSI 300 de China retrocedió 0,8%.

Promesa repetida
En plena guerra comercial con EEUU, y ad portas de las cruciales elecciones legislativas de hoy en ese país, Xi reiteró las promesas que ha hecho con anterioridad y en las que los ejecutivos y diplomáticos aún desconfían. Y es que el gobernante ha intentado, reiteradamente, posicionarse como defensor de los acuerdos multilaterales y de reducir las barreras comerciales.

Ayer retomó sus discursos del Foro Bo’ao en abril y del Foro Económico Mundial de Davos, en enero de 2017, cuando apuntó a ofrecer mejores condiciones a los inversionistas extranjeros.

Dijo que habrá reducción de gravámenes, se relajarán las barreras a la inversión y habrá nuevas medidas de apertura en telecomunicaciones, salud, educación y cultura.

También se respaldarán todas las reformas “necesarias” a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para proteger el sistema multilateral de comercio.

“China no detendrá sus pasos en la construcción de una economía mundial más abierta”, dijo Xi, quien además se comprometió a fortalecer la protección de la propiedad intelectual, incluyendo castigos más severos para los infractores.

Para el ministro de Comercio de Bélgica, Kris Peeters, “cuando se dice: ‘abrimos nuestro mercado y la puerta está abierta’, es algo muy bueno”, reseñó el diario Financial Times. “Es muy importante que China imprima acción donde están las palabras”, agregó.

Contra el proteccionismo
“Cada país debería dedicarse a fondo para mejorar su clima empresarial. No se puede apuntar con el dedo los problemas de otro si no resuelve los propios”, dijo el mandatario en clara alusión a EEUU, al insistir en la necesidad de luchar conjuntamente contra el proteccionismo para “promover el constante progreso de la sociedad humana” y afrontar los “profundos cambios” que está viviendo el mundo.

“La economía china es un océano, no un estanque. Las tempestades pueden destruir un estanque, pero nunca un océano”, afirmó el jefe de Estado asiático a sólo tres semanas de reunirse con el titular de la Casa Blanca al margen de la cumbre del G20.

De ese encuentro se espera que, si no hay ningún acuerdo, EEUU vuelva a imponer sanciones sobre otros US$ 267 mil millones en productos chinos, cubriendo así la totalidad de lo importado desde esa nación. Ya lo ha hecho sobre casi la mitad: US$ 250 mil millones.

A Beijing no le queda casi margen para actuar en represalia. Hasta ahora, ha gravado US$ 110 mil millones de bienes estadounidenses y, según las cifras más recientes, el país compró en 2017 un total de US$ 130 mil millones.

Por ello, Xi estaría de nuevo volcando su mirada al resto del mundo, al que le adelantó que importará US$30 billones (millones de millones) en bienes y US$10 billones en servicios durante los próximos quince años.

Aunque la cifra no sugeriría una aceleración significativa de la trayectoria actual -considerando que el año pasado compró bienes por US$ 1,84 billón-, el atractivo estaría en que la cuarta parte que procedió de EEUU quedaría libre para ser destinada a otras naciones.

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