Chipre acuerda impuesto a bancos con prestamistas
sábado, 23 de marzo de 2013
Reuters
Chipre aceptó el sábado un impuesto extraordinario a los depósitos superiores a €100.000, en un dramático giro mientras lucha por satisfacer a sus socios europeos y sellar un acuerdo de rescate de última hora para evitar el colapso de su sector financiero.
El ministro de Finanzas chipriota, Michael Sarris, dijo que se lograron "progresos significativos" en las conversaciones celebradas en Nicosia con prestamistas internacionales, mientras se acaba el tiempo para que Chipre logre el rescate con la UE o pierda el financiamiento de emergencia para sus bancos y se arriesgue a salir de la zona euro.
Sus homólogos europeos de los 17 países del bloque de moneda común tienen previstas negociaciones para la tarde del domingo en Bruselas para ver si los números corresponden, y el Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo que se estaban logrando avances hacia una solución.
Mientras los líderes de los partidos chipriotas se reunían, un funcionario de alto rango del país dijo a Reuters que Nicosia había acordado con la UE y el FMI un impuesto del 20 por ciento a los depósitos superiores a 100.000 euros en el Banco de Chipre y de un cuatro por ciento a los depósitos que superen ese umbral en otros prestamistas.
No fue posible contactar inmediatamente a funcionarios de la troika para que realizaran comentarios.
El presidente chipriota, Nicos Anastasiades, escribió un mensaje en la red social Twitter: "Estamos realizando grandes esfuerzos. Espero que tengamos una solución pronto".
El líder conservador, que apenas lleva un mes en el cargo y enfrenta la peor crisis desde que una invasión turca de 1974 dividió a la isla en dos, llevará una delegación a Bruselas, también el domingo, para reunirse con los líderes de la UE, del Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, en una señal de que un acuerdo podría estar cerca.
"Esperamos que mañana en Bruselas alcancemos un acuerdo con nuestros socios", dijo Averof Neophytou, uno de los líderes del gobernante partido Democratic Rally, a periodistas.
Funcionarios del Gobierno sostuvieron negociaciones durante todo el día en el ministerio de Finanzas con la troika de prestamistas -la UE, el BCE y el FMI. Manifestantes molestos gritaban afuera, "¡renuncien, renuncien!".
Su enrome sector bancario fue duramente golpeado por su exposición a Grecia, país donde comenzó la crisis de deuda de la zona euro. Chipre necesita reunir los 5.800 millones de euros que pide la UE antes de dar el visto bueno al rescate de 10.000 millones.ž
En una sorprendente decisión, el Parlamento de Chipre rechazó airadamente el martes una propuesta de impuesto a los depósitos bancarios, grandes y pequeños, y Sarris pasó tres infructuosos días en Moscú intentando conseguir la ayuda de Rusia, cuyos ciudadanos tienen miles de millones de euros en los bancos chipriotas.
Ante el rechazo del Kremlin, Sarris confirmó el sábado que las negociaciones con la troika se centraron en una posible tasa de alrededor del 25 por ciento sobre los depósitos bancarios superiores a los 100.000 euros en el mayor prestamista del país, el Banco de Chipre.
En una señal de los inestable que sigue siendo la situación, sin embargo, un legislador del partido gobernante dijo que hay otras opciones sobre la mesa que no necesitarían la aprobación parlamentaria.
Rehn de la UE dijo que el bloque reconocía los avances logrados por el gobierno chipriota, y advirtió de los duros tiempos que se avecinan.
"Lamentablemente, los eventos de los últimos días nos han llevado a una situación en la que ya no hay soluciones óptimas disponibles. Hoy, sólo quedan opciones difíciles", dijo Rehn en un comunicado.
Aún no es seguro que una mayoría de los legisladores respaldará el nuevo impuesto, o si el gobierno podría evitar una votación en el Parlamento.
Los chipriotas comunes quedaron enfurecidos con la propuesta original y han estado haciendo fila en los cajeros automáticos desde que las puertas de los bancos se cerraron el fin de semana pasado por órdenes del gobierno para evitar una masiva salida de capitales.
Resistencia
En una carrera para calmar a sus socios europeos, los parlamentarios chipriotas votaron en una sesión el viernes por la noche a favor de nacionalizar las pensiones públicas y dividir los bancos en buenos y malos, una medida que posiblemente sería aplicada al segundo prestamista del país, el Banco Popular de Chipre, también conocido como Laiki.
También dieron al Gobierno poder para imponer controles de capital sobre los bancos, anticipándose a la probable fuga de dinero cuando los bancos reabran el martes después de más de una semana cerrados.
El plan de nacionalizar los fondos de pensiones semipúblicos ha sido recibido con resistencia sobre todo en Alemania, que ha dejado claro que tocar las pensiones podría ser más doloroso para los chipriotas que un impuesto bancario.
El funcionario que dijo a Reuters sobre el acuerdo respecto al impuesto, sostuvo que los fondos de pensiones no serían parte del paquete para sellar el rescate.
La última propuesta exime a los pequeños ahorradores, enfurecidos por el plan original de tasar sus depósitos junto con los de los grandes depositantes.
Muchos de estos grandes depositantes son extranjeros, entre ellos rusos adinerados, y los políticos europeos son totalmente contrarios a gastar el dinero de los contribuyentes en un rescate si los depositantes no asumen ninguna pérdida.
En cambio, las autoridades chipriotas temen el daño que la quita podría hacer a su sector financiero.
Sus bancos tienen un total de 68.000 millones de euros en depósitos, de los cuales 38.00 millones son en cuentas superiores a 100.000 euros -una cantidad enorme para una isla de 1,1 millones de habitantes que nunca podría sostener un sistema financiero tan grande por sí misma.