Ciudades de América del Norte que están “en construcción” y tienen caos de movilidad
martes, 2 de mayo de 2023
Toronto es la tercera ciudad de Norteamérica con mayor número de torres de grúa activas, eso ha generado que el tráfico sea tan congestionado casi como el de Bogotá
Mauricio Zuluaga
La ciudad más importante de Canadá está en obra. Según el último estudio realizado por la firma Rider Levett Bucknall (RLB), Toronto tiene más grúas torre de construcción activas que Nueva York, Boston, Los Ángeles, Seattle, San Francisco y Washington juntas. De hecho, mientras en todo Estados Unidos hay 259 aparatos de este tipo en operación, en la capital de Ontario hay 238.
Esta cifra revela algo que seguramente ya conocían sus habitantes, especialmente quienes a diario conducen en ella. Toronto es hoy la séptima capital con el peor tráfico del mundo, según el Inrix Global Traffic Scorecard, y está solo dos casillas por debajo de Bogotá que ocupa el quinto puesto. Aquí, en promedio un conductor pierde 118 horas al año por las congestiones, una cifra similar a la de la capital colombiana, donde el tiempo perdido en el carro se calcula en 122 horas.
El auge de la construcción que se vive en Toronto está explicado por el sector vivienda. En la ciudad se están construyendo un centenar de edificios de más cien metros de altura, y otros 300 proyectos de ese tipo esperan aprobación para iniciar obra, entre ellos, la que sería la torre residencial más alta de Canadá, la Sky Tower, que se prevé tendrá 95 pisos y alcanzará los 312 metros de altura.
Con 106 rascacielos de más de 150 metros de altura, Toronto es la tercera ciudad de Norteamérica con mayor número de estas edificaciones, solo superada por Nueva York, donde hay 421, y por Chicago, que tiene 178. La gran diferencia radica en que mientras en la Gran Manzana hay 8,6 millones de habitantes, en la principal ciudad canadiense viven un poco menos de tres millones de personas. Sin embargo, de aquí al 2030 se proyecta que este número suba a al menos 3,5 millones, por lo que el gobierno provincial se trazó la meta de construir 1,5 millones de viviendas en los próximos siete años. Para conseguirlo, el gobernador de Ontario, Doug Ford, otorgó poderes especiales al alcalde de Toronto a fin de hacer más expeditos los procesos de construcción.
Por esta razón, mientras a nivel país los precios de la vivienda han venido cayendo, en Toronto y en el área cercana a la ciudad, conocida como el GTA, la realidad es distinta. “A medida que el crecimiento de la población continúa a un ritmo récord gracias a la migración, las intenciones de comprar casa por primera vez seguirán siendo fuertes”, dijo el director ejecutivo de Toronto Real Estate Board, John DiMichele.
Por cuenta de esta dinámica Toronto tiene uno de los precios más altos de la vivienda en América y del mundo. El valor promedio de un inmueble es de US $852.000. Es decir, un 13% más alto que el registrado en Nueva York, donde es de US$750.000, y 42% mayor al de Miami, donde alcanza los US$540.000. El ritmo de construcción se ha mantenido a pesar de que el banco central ha llevado las tasas de interés a su nivel más alto en los últimos 15 años, ubicándolas en 4,5% anual.
“El pronóstico general para el sector de la construcción en Ontario es extremadamente favorable. Hay varios proyectos y una gran demanda, respaldada por la expansión de la población y la necesidad de mejorar la infraestructura, incluidos nuevos proyectos de transporte”, explica el informe realizado por RLB sobre las grúas torre activas en las principales urbes norteamericanas.
Entre estos proyectos no residenciales se destacan las obras que la ciudad tendrá que ejecutar por ser anfitriona del Mundial 2026. Actualmente Toronto tiene asignados cinco juegos de la Copa del Mundo. Sin embargo, la FIFA estaría evaluando aumentar dicha cuota. Solo las inversiones estimadas para atender las mejoras en infraestructura se calculan en más de US$230 millones.
Una de las obras más representativas será la ampliación del estadio BMO de Toronto, al cual se le agregarán 17.756 nuevos asientos temporales, a fin de llevarlo a una capacidad total de 45 mil espectadores. Tanto el costo de la expansión como la construcción de las instalaciones de entrenamiento para los equipos visitantes, incluidas renovaciones importantes en las instalaciones existentes, suman más de US$50 millones.
Pero más allá de los escenarios deportivos, el Mundial coincide con un proceso de mejora tanto en el transporte público como en las vías. Para acompañar el importante desarrollo de rascacielos en el centro de la ciudad, en los próximos días comenzará la construcción de una nueva línea del metro, la cual agregará 15 estaciones en un recorrido de 15,6 kilómetros.
En medio de este escenario los torontonianos tendrán que elegir a su nuevo alcalde el próximo 26 de junio en unos comicios atípicos, luego de que John Tory, quien había sido reelegido para un tercer periodo hace apenas seis meses, renunciara tras admitir que tenía una relación extramatrimonial con una persona de su equipo de gobierno.