Globoeconomía

Colombia es el tercer país con menor vulnerabilidad en el lavado de dinero

Alexandra Ruiz Castillo

No obstante, en la escala donde cero significa la ausencia de riesgos, 10 indefensión absoluta ante estos delitos, Bolivia (7,32) y Paraguay (7,59) presentan la mayor debilidad dentro del listado de los 162 países estudiados, y según el documento, la hotelería es el sector en el que más se incurre en este delito. 

Para obtener estos resultados, los investigadores promediaron 14 indicadores, en los que se que miden la independencia y eficiencia de los organismos de control y del sistema judicial, los niveles de corrupción, los recursos con los que cuentan los entes que supervisan el sistema financiero, y la transparencia de las instituciones públicas.

Si bien, el informe reconoce que Colombia tiene una fuerte institucionalidad frente al lavado de activos, el análisis también especifica que si se considera el lavado de dinero exclusivamente a través de los canales no bancarios, la situación no sería tan optimista.

Según Santiago Castro Gómez, presidente de Asobancaria, “el dinero en efectivo continúa siendo un componente esencial de la economía mundial, y por ende, de la materialización de esta problemática”. 

De acuerdo con el Basel Institute, Colombia tendría una calificación de 8 puntos de 10 en el rango de vulnerabilidad en este aspecto, siendo el país más afectado de la región, seguido de Argentina (7,29), Paraguay (7,29) y Nicaragua (7,14).  

Al respecto, Hernando Espitia, experto en gestión financiera del Politécnico Grancolombiano, explicó que “aunque  Colombia es de los pocos países que exige diligenciar una declaración de cambio y en donde los bancos pueden ser corresponsables ante este tipo de delitos, el contrabando directo y técnico se han convertido en las modalidades más frecuentes para lavar dinero, ya que son más difíciles de detectar y algunos de los países no cuentan con fuertes sistemas de control, como es el caso de China”.

Sin embargo, según Castro Gómez  el reto de la banca y de las empresas es desarrollar nuevos elementos tecnológicos y de innovación que peritan avanzar en los procesos de inclusión financiera, para “tener la capacidad de ajustar sus controles en la medida que los delincuentes modifican su modus operandi”.

En América Latina el lavado de dinero representa casi  7% del PIB regional y mueve cerca de US$400.000 millones anualmente. Según los especialistas,  existen varios factores que estimulan el lavado de dinero en la región. De acuerdo con el estudio realizado por LexisNexis Risk Solutions sobre la prevención de lavado de dinero, estos factores serían la crisis financiera global, por los fondos restringidos y la escasez de los trabajos. Otro de ellos tiene que ver con los controles en el cambio de divisas y de impuestos por algunos gobiernos de la región, que resultan en un mayor uso de efectivo en transacciones financieras y que favorecen el intercambio de efectivo en la economía informal. 

El crimen organizado y la corrupción, por medio de sobornos a funcionarios de entidades financieras impiden  establecer los controles y  monitoreos de flujos de capitales necesarios para detener a  estos individuos. 

Carlos Menem en investigación
El ex presidente de Argentina, Carlos Menem, y la ex Miss Universo, Cecilia Bolocco, quien fuera su esposa entre entre 2001 y 2007, están siendo investigados por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y encubrimiento, por un inmueble que era administrado originalmente por una sociedad del ex presidente de Argentina, y luego pasó a manos de Bolocco como parte del acuerdo de divorcio. Luego, el departamento fue vendido a Leonardo Fariña, actualmente procesado por lavado de dinero. 

Las opiniones

Santiago Castro Gómez
Presidente de Asobancaria

“El dinero en efectivo continúa siendo un componente esencial de la economía mundial, y por ende, de la materialización de esta problemática de lavado de dinero”.

Hernando Espitia
Experto en Gestión Financiera del Politécnico Grancolombiano
“Los contrabandos tanto directo como técnico se han convertido en las modalidades más frecuentes para lavar dinero, ya que son más difíciles de detectar”.