Así es el comercio bilateral de Colombia con los 27 países que forman la Unión Europea

El comercio entre Colombia y los 27 países de la Unión Europea, UE, mostró un dinamismo significativo entre enero y septiembre de este año, el cual fue impulsado especialmente por un importante aumento en las exportaciones y un comportamiento más estable en las importaciones. Países Bajos, Bélgica y Alemania son los principales destinos de los bienes y servicios del país. En cuanto a las importaciones, Colombia compra sobre todo a Alemania, España e Italia.

En los primeros nueve meses de 2025, las exportaciones de Colombia hacia la Unión Europea alcanzaron US$4.705 millones, lo que representa un incremento de 30,5% frente a los US$3.604 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se dio de manera diversificada entre los países del bloque, con una participación destacada de mercados como Países Bajos, Bélgica, Alemania, España e Italia, que son puntos logísticos y comerciales estratégicos.

Países Bajos se mantuvo como el principal destino de los productos colombianos dentro de la Unión Europea, al recibir US$1.512 millones en 2025, cifra que supera en más de US$500 millones el valor registrado un año atrás.

Esta posición se explica, entre otros factores, por el papel del Puerto de Róterdam, uno de los principales centros de redistribución comercial en Europa.

Bélgica y Alemania también se ubicaron entre los principales destinos, con US$696,7 millones y US$653,0 millones, respectivamente, con variaciones de 49,9% y 46,8%.

En otros mercados del bloque, el comportamiento también fue positivo. Dentro de los países que destacaron se encuentran España, que registró compras por US$590,7 millones; Italia, que adquirió bienes por US$493,4 millones; y Francia, que aumentó sus adquisiciones hasta US$212,1 millones, lo que representa un incremento notable frente a los US$130,6 millones resultantes del año anterior.

Las exportaciones de Colombia hacia la Unión Europea se concentran en varios sectores. En el ámbito minero-energético, el carbón térmico continúa representando una parte considerable de los envíos, especialmente hacia Países Bajos, Alemania y Bélgica.

Por su parte, los bienes agrícolas siguieron ganando terreno, con productos destacados como el banano, el café, las flores, el aguacate Hass y otras frutas frescas y procesadas provenientes de la agroindustria. Finalmente, los productos del sector químico y algunas manufacturas básicas también ampliaron su presencia.

Colombia adquirió bienes provenientes de la Unión Europea por un total de US$6.685 millones entre enero y septiembre de este año: se trata de una cifra ligeramente superior a los US$6.407 millones registrados en el mismo periodo de 2024.

En este rubro, Alemania se mantuvo como el principal proveedor, con envíos con un valor cercano a los US$1.722 millones, principalmente en el sector de maquinaria pesada, autopartes, vehículos y equipos industriales.

Este comportamiento reafirma el papel de la Unión Europea como un socio comercial estratégico para Colombia.

Mientras las exportaciones hacia el bloque mostraron un crecimiento destacado, impulsado principalmente por mayores ventas de productos minero-energéticos y agrícolas, las importaciones mantuvieron una evolución estable.

Manuel Camilo González, docente y experto en Relaciones Internacionales, aseguró que el intercambio comercial entre Colombia y la Unión Europea está marcado principalmente por tres grandes puntos relevantes. En primer lugar, los países europeos suelen ser los terceros socios comerciales no solo de Colombia, sino de toda la región. Según el experto, esto es importante porque demuestra que América Latina “es inclusive secundaria en términos comerciales de bienes”.

“Por otro lado, la matriz productiva de Colombia y otros países latinoamericanos son exportadoras. Existe mucho intercambio de materias primas de las que la unión carece”, dijo.

Por último, las iniciativas de libre comercio (la última con Mercosur) demuestran que en un clima de hostilidad y desconfianza entre la Unión Europea y EE.UU., América Latina, junto a África, se vuelven mercados atractivos para integrar e implementar su paradigma de autonomía estratégica abierta.

Los países de la Unión Europea, según un informe de la Cepal, han sido históricamente los mayores cooperantes de América Latina, así como importantes inversionistas directos y socios comerciales.

Las relaciones empresariales entre ambas regiones son sólidas con la producción de automóviles, generación de energía, servicios financieros y operación de telecomunicaciones.

“En el último decenio, esas relaciones se han enriquecido con la creciente participación en los mercados de la Unión Europea de empresas trasnacionales que tienen su base en América Latina”, dice el informe.

Las relaciones comerciales entre las dos regiones se dan en medio de un contexto internacional que tienen veloces cambios en cuanto a revolución tecnológica, globalización de los patrones de consumo, reorganización de la economía mundial y una presión de corte sostenible por el medioambiente.

La relación tecnológica entre América Latina y la UE está marcada por un profundo desarrollo tecnológico que sí se da en Europa, por ejemplo en los rubros químicos y farmacéuticos, pero que en la región pocas compañías son capaces de producir.

“La revolución tecnológica abarca transformaciones, muchas veces convergentes, en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Ambas regiones experimentan los efectos de los cambios tecnológicos y la necesidad de adecuarse permanentemente a la globalización”, se puede leer en el informe de la Cepal.