¿Cómo deben prepararse las organizaciones para cuidar la salud mental de sus colaboradores?
jueves, 6 de octubre de 2022
Para 2030, los padecimientos de salud mental como estrés, ansiedad y depresión relacionados a las prácticas de la empresa, serán de las principales causas de incapacidad laboral
El Economista - Ciudad de México
La pandemia del Covid-19 no es el único reto relacionado al tema de la salud que deban enfrentar las empresas, pues también destaca la pandemia de daños a la salud emocional de los colaboradores, que durante los dos últimos años se ha exacerbado y se prevé tenga un despunte mayor en 2030, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con la OMS, para el 2030, los padecimientos de salud mental como estrés, ansiedad y otros relacionados a las prácticas de la empresa y por factores externos como situaciones del entorno, serán de las principales causas de incapacidad laboral que incluso pone en riesgo la integridad de los colaboradores.
A esto se suma el efecto de la pandemia que acorde a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), incrementó el miedo, la preocupación y el estrés, así como el aislamiento, teniendo efectos como depresión o seguridad. Al final, todos estos factores impiden tener una vida plena y ser productivo en el ámbito, algo que las empresas deben atender tanto en prevención como en acción.
“Ante las nuevas y desafiantes realidades de distanciamiento físico, el trabajo desde casa, el desempleo temporal, la educación de los niños en el hogar y la falta de contacto físico con los seres queridos y amigos, es importante cuidar tanto la salud física como la mental”, indica la OPS.
El tema de la salud mental no era tan considerado por las organizaciones antes de la pandemia, pero ahora se encuentra entre las prioridades de la cultura organizacional, ya que se ha evidenciado que algunas prácticas no son adecuadas y solo repercuten en el bienestar de las personas. De ahí la importancia de cambiar la forma de actuar.
En México, 75% de los empleados padece de estrés laboral, que incluso superan a países como China y Estados Unidos, provocado por malas prácticas de los líderes, indica el Instituto Mexicano de la Seguridad Social (IMSS).
Cómo detectarlo
Para evitar daños en la salud mental, lo primero es saber identificar los síntomas, que de acuerdo al IMSS, destacan los siguientes:
- Ansiedad
- Miedo
- Irritabilidad
- Mal humor
- Frustración
- Agotamiento
- Impotencia
- Inseguridad
- Desmotivación
- Intolerancia
- Disminución de la productividad
De no atenderse a tiempo, a largo plazo puede conducir a la reducción de la productividad, descenso de la calidad de vida, depresión o ansiedad, y mayores enfermedades físicas y mentales, así como ser propenso a adicciones.
La estrategia
Para la OPS, la prevención y atención de problemas depende en gran medida de los líderes, quienes deben gestionar su forma de trabajo y asegurarse de crear entornos saludables.
“Si usted es líder o coordinador de un equipo, proteger a todo el personal del estrés crónico y un mal estado de salud mental implica que tendrán una mayor capacidad a la hora de cumplir con sus funciones”, dice.
Añade que se debe vigilar al personal de forma regular y comprensiva para verificar su bienestar y fomentar un entorno que promueva la comunicación y sea de calidad, para que quienes sientan algún conflicto puedan expresarse libremente y buscar ayuda. Así, se podrá mitigar cualquier malestar sobre las incertidumbres que puedan tener los trabajadores.
Otras estrategias que se requieren son políticas nuevas o más flexibles, que en palabras de Jésica Chávez, Chief of Staff de Flink, se recomiendan las siguientes cuatro:
Horarios flexibles: los programas de 9:00 a 18:00 horas ya no son los ideales ni garantizan ser tan productivos como se considera, por lo que la propuesta es diseñar horarios que se adapten a las necesidades de las personas y les permitan tener un equilibrio entre la vida personal y laboral sin que esto afecte sus compromisos con su posición en la organización.
Dar días libres para uso personal: las urgencias están a la orden del día para las personas, por lo que en ocasiones se deben pedir permisos de imprevisto o faltar, por lo que incluso pueden recibirse penalizaciones.
Al implementar opciones de días libres, las personas tendrán mayor confianza de ausentarse y no tendrán tanto estrés sin que se afecte su productividad ni la de la empresa.
Modelo híbrido: al igual que el horario, ya no es necesario estar 100% de forma presencial, por lo que se debe seguir impulsado la cultura de trabajo remoto combinado con presencial, si es que lo requiere o los empleados lo desean.
Dar opciones de bienestar: se pueden implementar programas que permitan trabajar en la salud mental y física como clases de meditación, ejercicios, dinámicas entre colaboradores, así como ofrecer terapia emocional tanto para mantener una adecuada salud como para atender posibles crisis.
Mayor número de vacaciones: el trabajo no lo es todo y seis días no bastan para descansar y reponer energías, por lo que las empresas deben trabajar en ofrecer más días. La buena noticia es que ya se trabaja en el derecho de vacaciones pagadas de seis a 12 días laborales anuales en el primer año incremenado por cada año trabajado.
“Aunque hay un sinfín de beneficios que las empresas pueden otorgar, los ejemplos anteriores son iniciativas con las que se puede comenzar e implementar a corto plazo para garantizar una mejor calidad de vida en las personas e incrementar su rendimiento laboral”, finalizó Chávez.