Comercio

Con altas tasas de inflación, los hogares latinos ahora compran productos más pequeños

El último reporte de consumo de kantar muestra que los compradores de la región han dejado de ser leales a las marcas, en busca de una mejor relación calidad-precio

Diana Fransheska Olmos Piedrahita

La incertidumbre económica mundial tras el aumento del costo de vida y las alzas en las tasas de interés están afectando el gasto del consumidor latinoamericano y sus hábitos de consumo.

Según evidencia el último reporte de Kantar sobre el mercado minorista, uno de los principales cambios es la frecuencia de las compras. “El dicho ‘poco y con frecuencia’ se está volviendo más popular”, dice el estudio, pues ahora los consumidores priorizan las compras pequeñas y la variedad, sin importar que tengan que regresar pronto al mercado. La compra mensual en supermercados o hipermercados ha bajado 14% en volumen.

“Lo que está sucediendo con los patrones de consumo en los países que vivieron procesos de inflación muy altos es que se baja un poco la cantidad de cada bien, con el objetivo de mantener en la canasta diferentes productos, incluso desde el punto de vista del ofertante se conoce como reduflación: se recortan los gramajes con el objetivo de que el consumidor encuentre la posibilidad de seguir consumiendo los bienes, pero como son más pequeños no se incrementan los precios”, comenta David Cubides, director de Investigaciones Económicas de Alianza Valores.

Kantar resalta que el año pasado el aumento anual de precios en la región fue de 14,1% y la afectación se ha dado más fuerza en los consumidores de bajos ingresos, quienes buscan balancear el presupuesto para contar con productos de primera necesidad.

LOS CONTRASTES

  • David CubidesDirector Investigaciones Alianza Valores

    “Se recortan los gramajes con el objetivo de que el consumidor encuentre la posibilidad de seguir consumiendo los bienes, pero al ser más pequeños no aumentan los precios”.

Con estos cambios, el flujo de consumidores en tiendas de barrio o almacenes pequeños ha presentado un incremento de 12%, y la tendencia de rebajas se mantiene fuerte con más de 3 millones de nuevos compradores durante 2022. Además, las compras en línea se redujeron 0,4%, pues en una búsqueda de economía, los puntos físicos permiten a los compradores comparar precios, tamaños y marcas.

El reto que estos nuevos patrones le está dejando a las marcas es cómo fidelizar a los clientes, pues con más opciones sobre la mesa, y un menor miedo de probar nuevas opciones, los consumidores se dejan llevar, principalmente, por una mejor relación calidad-precio.

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