Con alza en precios, bitcoin se encamina a marcar el tercer mejor año de su historia
jueves, 7 de diciembre de 2023
Esta situación convierte a la actual subida del bitcoin en el mayor rally en términos absolutos que han vivido las criptomonedas
Expansión - Madrid
El rey de las criptomonedas se anota un rally superior a 160% en lo que va de ejercicio.
El criptoinvierno ha llegado a su fin. Con la Navidad a la vista y las temperaturas bajas, las monedas virtuales, con el bitcoin a la cabeza, viven su particular primavera en los mercados. Un renacer que apunta a hacer de este 2023, al que apenas le quedan unos pocos coletazos, uno de los mejores años de la corta historia de este segmento.
En lo que va de año, el bitcoin se anota una revalorización superior al 160%. La criptomoneda prácticamente ha triplicado su precio, pasando de los US$16.600 en los que comenzó el ejercicio a los más de 43.500 en los que se mueve ahora.
Solo en dos ocasiones el bitcoin ha superado estos registros desde su nacimiento. En 2017, el bitcoin se anotó una revalorización inigualable de 1.375%; por su parte, en 2020, el año de la pandemia, la revalorización escaló hasta 305%.
Aunque una de las advertencias más conocidas en el mundo de los mercados es que el comportamiento en el pasado no garantiza resultados futuros, las últimas veces que el bitcoin logró anotarse una revalorización tan alta como la que está experimentando este año, su precio escaló hasta marcar unos nuevos máximos históricos. En el caso de 2017, eso supuso cotizar momentáneamente por encima de los US$10.000 mientras que, en el rally de 2020, que continuó durante gran parte del siguiente ejercicio, el valor alcanzó los US$64.400.
Si la divisa digital lograse ahora prolongar su escalada hasta tocar unos nuevos máximos históricos, independientemente de si lo lograse este año o al siguiente la potencial subida adicional sería de prácticamente un 50% respecto a la ya elevada valoración actual.
Una importante similitud entre el actual ciclo alcista del bitcoin y los que le precedieron está en la llegada de nuevos inversores al activo. En cada una de las grandes subidas, los inversores en criptomonedas descontaron la entrada de nuevo dinero procedente de fuentes que, hasta la fecha, no habían estado interesadas en las criptodivisas. En 2017, la fuerte subida llegó de la mano de los particulares, que descubrieron al bitcoin a raíz de la enorme escalada de su precio. En 2020, en cambio, fue la primera llegada de los institucionales, junto con el boom por los activos digitales a raíz de la pandemia.
Ahora, el principal motor de las subidas está en el hecho de que todo apunte a que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) aceptará la puesta en marcha de fondos cotizados sobre el bitcoin en el corto plazo, lo que permitiría una nueva cascada de dinero institucional que hasta la fecha se mantenía alejada de este segmento.
Diferencias
Existen, sin embargo, ciertas diferencias con respecto a los grandes rallys del pasado. Nunca antes el bitcoin había experimentado una subida tan grande de su valor en dólares en un único ejercicio. En 2017, la revalorización le sirvió para pasar de los US$951 a los US$14.040, un movimiento de alrededor de 13.000 billetes verdes. Por su parte, en 2020, su ascenso le permitió elevar su precio de los US$28.900 a los US$46.000 en los que finalizó el año, un ascenso de US$17.100.
En la actual subida, en cambio, el movimiento es muy superior. Si la revalorización del bitcoin logra aguantar los niveles actuales de aquí al cierre del año, el movimiento cosechado será de prácticamente US$27.000.
Esta situación convierte a la actual subida del bitcoin en el mayor rally en términos absolutos que han vivido las criptomonedas.
Junto con la diferencia en términos de precio y capitalización, el movimiento alcista del bitcoin también se caracteriza por gestarse en un entorno de política monetaria muy desfavorable. Mientras que las anteriores grandes subidas de la moneda virtual llegaron con los bancos centrales manteniendo los tipos en mínimos históricos y afrontando grandes inyecciones de liquidez, la nueva subida se ha producido en un momento en el que el precio del dinero se encuentra en niveles restrictivos en las principales economías desarrolladas.
Es cierto que uno de los alicientes que ha tenido el bitcoin para avanzar este año ha sido, precisamente, el fin del ciclo de subidas de los tipos de interés, pero todo este movimiento alcista se ha generado en un entorno de política monetaria ampliamente adversa. Esta situación es destacada por diferentes analistas como rasgo de la renovada madurez del activo y de un rally más sólido que los anteriores.