Con inversión de US$25.000 millones por Trudeau, Trans Mountain inició operaciones

El oleoducto Trans Mountain ampliado ha entrado en fase de explotación comercial, poniendo fin a una década de espera para uno de los mayores y más controvertidos proyectos energéticos de Canadá.

El oleoducto ampliado recibió el martes la autorización reglamentaria final necesaria para empezar a transportar crudo desde las arenas bituminosas hasta la costa canadiense del Pacífico. El oleoducto estaba lleno en 70% y todas las entregas de los cargadores están sujetas a las nuevas tarifas y peajes, según informó la empresa.

La puesta en marcha de Trans Mountain marca la línea de meta de un proyecto acosado por años de retrasos, contratiempos en la construcción, batallas legales y una feroz oposición ecologista. El gasoducto acabó costando CAD$34.000 millones (US$25.000 millones), más de seis veces la estimación original, y su fecha de inicio se retrasó siete años respecto a lo previsto.

Con todo, la ampliación casi triplica la capacidad de la línea hasta 890.000 barriles diarios, lo que aumenta enormemente el volumen de crudo que los productores de petróleo de Alberta pueden enviar a los crecientes mercados asiáticos. También se espera que estos nuevos compradores reduzcan la dependencia de las refinerías estadounidenses y favorezcan la fijación de los precios del crudo canadiense.

Ya está previsto que los cargamentos de la nueva línea se envíen a China, California e India. Los petroleros podrán empezar a recibir petróleo del oleoducto ampliado a mediados de mayo, según Trans Mountain.

Muchos residentes de Columbia Británica y comunidades indígenas consideraban el oleoducto una amenaza para el medio ambiente y se opusieron a su construcción. La batalla llegó a ser tan tensa que el gobierno del primer ministro Justin Trudeau compró Trans Mountain a Kinder Morgan Inc. en 2018 para salvar el proyecto de la cancelación.