Globoeconomía

Con la mirada puesta en Costa Rica

Luis Fernando Vargas-Alzate

La estrategia colombiana de trabajar sin descanso en la consecución de nuevos mercados y potenciales interlocutores para sus propuestas fundamentales de política exterior se dirige hoy hacia Centroamérica.

Aún sin obtener el máximo de resultados en lo relacionado con el acuerdo de liberalización comercial puesto en marcha entre el país y el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), ahora la mira está puesta en Costa Rica, una economía que a pesar de padecer los efectos de la crisis global, se mantiene en buena prospectiva.

Acaba de terminar la segunda ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país centroamericano y ya hay aspectos que deben seguirse muy de cerca y con la debida atención; incluyendo la marcada oposición que desde el sector industrial costarricense se ha venido desplegando para impedir el avance de las negociaciones. A propósito del citado encuentro, es oportuno analizar la secuencia de los acontecimientos.

Colombia y Costa Rica formalizaron sus relaciones comerciales bilaterales hacia 1984 cuando establecieron acuerdos de alcance parcial dentro del marco general de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Sin embargo, sus relaciones políticas y diplomáticas datan de 1856, cuando el Tratado Calvo-Herrán (del 11 de junio) dejó establecida la oficialidad de los límites entre los dos países. El tiempo y los acontecimientos hicieron que a partir de la independencia panameña (1903) Colombia perdiera contacto fronterizo directo en territorio continental con Costa Rica; sin embargo, la relación política permanece en la medida que existen fronteras marítimas definidas, en su mayoría, desde la década de los años 70.

Actualmente se ha denotado en Colombia un profundo interés por avanzar en el diálogo económico con Costa Rica, aprovechando que los dos gobiernos poseen visiones similares sobre el progreso y que, no obstante la superioridad costarricense en algunos de los temas ligados con el desarrollo, las dos naciones se asemejan en el nivel de positivas variables involucradas en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Por ejemplo, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, para ambos casos asciende hasta superar el umbral de los U$10.000 anuales.

En lo que respecta a las negociaciones de libre comercio en la relación bilateral es preciso anotar que hay avances más notorios que en otros de los procesos adelantados hasta ahora (casos Turquía o Panamá, por ejemplo). Coincidiendo con otras negociaciones, la de Costa Rica puede sintetizarse en las líneas siguientes, que necesitarán de una segunda sección.

Una vez formalizados los acercamientos entre las dos delegaciones que negociarían el acuerdo, se dio una primera reunión en Bogotá entre el 30 de julio y el 03 de agosto del presente año, dando inicio a las negociaciones con una primera ronda que dejó notables progresos. Trabajando sobre la estructura de un tratado similar entre Perú y Costa Rica, ambas representaciones pudieron acordar varios capítulos, mientras resultó trascendental el avance referido con la parte normativa.

Dentro de los capítulos superados durante esa primera semana de agosto se cuentan los relacionados con reglas y procedimientos de origen, facilitación del comercio -incluyendo el tema de los obstáculos técnicos al mismo y los procedimientos de aduanas-, políticas de competencia, propiedad intelectual, comercio de servicios, y solución de controversias. Además, en relación con los asuntos institucionales, se alcanzaron disposiciones iniciales y definiciones generales, normas de transparencia y de enunciación misma del tratado, junto con algunas consideraciones finales. El progreso fue más del esperado, quizá. Con él se dejó allanado el terreno para que en la segunda ronda se hiciera más fácil lograr convergencias.

La semana anterior ambos equipos negociadores trataron de mantener la secuencia del primer encuentro en Bogotá. La cita esta vez se dio en San José, pero el ambiente fue tenso a causa de la férrea oposición que por parte del sector industrial tico existe frente al tratado. Que trataré en la edición del próximo miércoles.