Comercio

Con las amenazas de Donald Trump, para México hay vida más allá del Tlcan

México calculó que 80% de sus productos podría entrar a Estados Unidos con arancel cero.

Carlos Gustavo Rodríguez Salcedo

Sea o no sea una estrategia de negociación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las amenazas de dar por terminado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) hicieron que las negociaciones entraran en una etapa crítica, en la que México optó por bajarle el dramatismo al hecho de que se produzca el fin del acuerdo comercial.

A pesar de que a mitad de año la Secretaría de Economía de ese país advirtió que si se terminaba el tratado 75% de los productos mexicanos tendrían que pagar un arancel más alto para entrar a Estados Unidos, esta semana el secretario de esa rama Ildefonso Guajardo aseguró que 80% de los productos mexicanos podría entrar con arancel cero o “sin reclamar” los beneficios que tiene el Tlcan. Según las cifras oficiales, del total de las exportaciones mexicanas del año pasado, 70% se dirigió a Estados Unidos y Canadá y de esta proporción solo 20% tendría que pagar aranceles si se acaba el acuerdo comercial.

Manuel Herrera, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de México, le aseguró a diario El Economista que “de terminarse el Tlcan, tampoco sería una catástrofe para México, aunque 20% de los sectores resultaría (en primera instancia) afectado, y de inmediato se tendrían que apoyar y reactivarlos”.

Pese a que esta semana Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, celebró el fin del capítulo de competencia, la discusión en torno a las reglas de origen de los productos hicieron que las negociaciones entraran en una etapa crítica.

La misma US Chamber of Commerce, la principal agrupación empresarial de Estado Unidos, rechazó las pretensiones que viene mostrando Trump. En un evento en México, el director de la organización, Thomas Donohue, criticó el hecho de que la administración de su país quisiera incluir una cláusula de terminación del acuerdo para que cada cinco años se tenga que ratificar; los mecanismos de resolución de disputas; y la intención de subir el contenido de origen de la región de 62,5% a 85% en el sector automotriz, con 50% proveniente de Estados Unidos.

Incluso, un estudio revelado ayer por el Boston Consulting Group demostró que Estados Unidos sería un perdedor de eliminarse el Tlcan y tendría que enfrentar la destrucción de 50.000 empleos ante el aumento de aranceles que habría que pagar para enviar productos a México y Canadá.

Precisamente, Luis Francisco Cuestas, profesor de economía del Politécnico Grancolombiano, aseguró que lo que han invertido los norteamericanos en México es significativo y no cree que estén dispuestos a perder toda ese dinero. “Aquí podemos tener muchos empresarios norteamericanos que se van a resisir a que sus inversiones en México se acaben. Seguramente no van a aceptar que ese país se quede por fuera del acuerdo”, agregó.

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