Con la ola de calor más alta en su historia, Canadá revela costos del cambio climático
viernes, 2 de julio de 2021
Desembolsos de aseguradoras para atender siniestros definidos como eventos climáticos severos se multiplicaron por seis en 40 años
Mauricio Zuluaga
El cambio climático es uno de los temas más sensibles para Canadá. En 2019 un reporte del Ministerio de Ambiente reveló que el calentamiento global avanzaba dos veces más rápido en este país en comparación con el promedio mundial.
Ahora, en medio de temperaturas históricas que alcanzaron los 46,6 grados centígrados en la provincia de British Columbia, un nuevo estudio muestra el impacto que esta situación está teniendo en la economía.
El informe entregado por Natural Resources Canada explica que los desembolsos de las aseguradoras para atender los siniestros definidos como eventos climáticos severos se multiplicaron por seis en los últimos 40 años, pasando de US$400 millones por año en la década de los 80 a US$2.400 millones solo en 2020.
Para el sector asegurador esta tendencia cada vez es más evidente, de ahí que muchas de estas empresas trabajen no solo en planes de aseguramiento sino también en estrategias de mitigación.
“Las aseguradoras han visto aparecer el cambio climático en sus modelos desde hace algún tiempo y tenemos que adaptarnos y hacernos más resilientes”, asegura Robin Edger, director nacional de cambio climático en The Insurance Bureau of Canada. Además del aumento en los pagos por coberturas de pólizas, los desastres naturales le han costado a la economía canadiense cerca de US$31.000 millones en las últimas cuatro décadas.
De no tomarse las medidas necesarias el futuro luce aún más complejo. El mismo informe advierte que un aumento de 0,04 grados centígrados por año en la temperatura global reduciría la producción económica mundial per cápita en aproximadamente 7,2% de aquí al año 2100.
Sin embargo, para Canadá la disminución del PIB por habitante sería casi del doble, y la contracción superaría 13%. Para evitar llegar a esta situación, el gobierno federal ha propuesto la creación de un fondo de innovación estratégica de hasta US$8.000 millones para promover el desarrollo de soluciones ecológicas, entre las que se encuentra la fabricación de vehículos eléctricos en todo el país, pues actualmente solo 3,5% del parque automotor canadiense está representado por este tipo carros.
“Existe abundante investigación que indica que los esfuerzos para adaptarse son insuficientes ante la rápida acumulación de pérdidas sociales y económicas de los impactos actuales y futuros del cambio climático”, advierte el informe de Natural Resources Canada. La investigación además señala que la ventana para tomar medidas encaminadas a reducir los impactos se está cerrando cada vez más.
Atendiendo este panorama el gobierno de Justin Trudeau anunció que a partir de 2035 solo se podrán vender en el país automóviles y camiones que no generen emisiones. “Estamos comprometidos a alinear los objetivos de ventas de vehículos de cero emisiones en Canadá con los de las jurisdicciones norteamericanas más ambiciosas”, dijo el ministro de Medio Ambiente, Jonathan Wilkinson.
En la pasada cumbre del G7 uno de los temas principales fue justamente la necesidad de contar con un liderazgo colectivo en la lucha contra el cambio climático. La meta de Canadá es llegar a cero emisiones en 2050, y para ello, el país ha anunciado medidas como la prohibición de plásticos de un solo uso y el aumento de los impuestos a los combustibles fósiles.
Sin embargo, lo ocurrido en los últimos días, en los que buena parte del territorio ha sido golpeado por una temprana y fuerte oleada de calor, ha prendido las alertas sobre la necesidad de avanzar a un paso más rápido a fin de evitar las consecuencias ambientales y económicas advertidas hoy por los expertos.