Concasa alerta que la deuda del Estado paraguayo ya paraliza al sector construcción

Para Luis Lavigne, titular de Concasa, no hay dudas sobre la causa que tiene relación con la deuda de más de US$200 millones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) con las constructoras. “Cien por ciento tiene que ver”, afirmó al ser consultado sobre si esta baja guarda relación con el retraso en los pagos.

Lavigne explicó que si bien aún no dispone de los números exactos de su sector para contrastar el informe del BCP, la realidad ya se siente con fuerza entre las empresas proveedoras y eso se siente en las ventas del día a día.

“Tenemos clientes históricos, muy buenos pagadores, que hoy no pueden honrar sus compromisos porque no cobran del Estado. Esa falta de liquidez se traduce en reducción de frentes de trabajo y en la virtual paralización de obras. “Obras que estaban a 100% ahora están a 70% o al 50%”, aseguró.

Lavigne señaló que la consecuencia inmediata es el desempleo de cientos de obreros a causa de la paralización de las obras. “Hay muchísima gente que quedó desempleada por esto. No sé si hay precedentes de haber atravesado un momento así. Retrasos hubo, pero no de esta magnitud”, aseguró.

El titular de Concasa insistió en que todas las cifras negativas del sector se explican por un mismo factor: la deuda acumulada del Estado, que continúa creciendo por los intereses y nuevos certificados de obras. Este ciclo, asegura, “es una rueda que no tiene fin”.

Aunque Concasa no tiene contratos directos con el Estado, sí abastece a empresas constructoras que trabajan en obras públicas y de acuerdo a Lavigne, la problemática es generalizada: “Estamos hablando de 100% de la cartera que opera con el Estado. Todo lo que denunció Capaco es cierto”.

Frente a este panorama, su pedido a las autoridades es claro. Insistió en que las autoridades deben cumplir con los compromisos asumidos con las empresas. Señaló que la falta de plazos definidos impide incluso negociar planes de pago con los clientes.

“Primero, honrar sus compromisos, segundo, darnos previsibilidad. Hoy nadie sabe cuándo va a cobrar. Es algo muy delicado. Sería importante escuchar a la ministra de Economía y a la ministra de Obras Públicas para saber qué dicen”, añadió.

Desplome mayor

Pese al crítico escenario, Lavigne destacó que el sector privado evitó un desplome mayor. Con numerosos desarrollos inmobiliarios en marcha, ese segmento sostiene buena parte del movimiento económico. “El número no es más dramático únicamente gracias al sector privado. Si sacamos al sector privado, la caída hubiese sido catastrófica”, comentó.

Para Lavigne, la construcción es vital por la infraestructura que se precisa a nivel país. Sin embargo, mientras el Estado no regularice sus deudas, la cadena completa seguirá en riesgo.

“Hoy hay constructoras que ya no nos compran ni un guaraní porque dejaron de operar”, advirtió. Su mensaje final fue tan simple como contundente: “Hay que honrar los compromisos. Es lo básico en cualquier institución”.