Conversaciones del último día de los jefes de finanzas del G-20 se centraron en Rusia

El último día de la reunión de los principales jefes de finanzas del mundo se acercó a su conclusión con perspectivas de una declaración de consenso en duda debido a los desacuerdos sobre el lenguaje sobre la guerra de Rusia y las propuestas de reestructuración de la deuda.

“Veremos cómo amanece”, ya que “queda por ver” si los participantes pueden llegar a un comunicado al final de las reuniones del Grupo de los 20 en Bangalore, dijo al margen el tesorero australiano Jim Chalmers. Dijo que los negociadores estuvieron despiertos hasta las 2 am del sábado temprano, y que dos puntos conflictivos fueron la guerra y la deuda.

A media tarde, había pocas señales de que los jefes de finanzas pudieran romper el punto muerto. Un octavo borrador de un comunicado obtenido por Bloomberg News mostró tensiones persistentes sobre el lenguaje sobre la guerra de Rusia en Ucrania y la reestructuración de la deuda.

“Estamos siendo testigos de un cambio tectónico en el orden mundial que nos ha servido desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, dijo a los periodistas Nadia Calvino, viceprimera ministra de España.

Las discusiones para encontrar un lenguaje común para describir los desafíos del mundo “se están volviendo más difíciles a medida que avanza la guerra”, dijo Calvino. Aún así, las naciones del G-20 “están progresando en los diferentes temas”, dijo.

Las tensiones geopolíticas han sido una nube sobre las conversaciones en las reuniones del Grupo de los 20 gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas, con China como punto focal en las negociaciones sobre cada uno de los temas principales. Una coalición liderada por Estados Unidos ha pedido más presión sobre el régimen de Vladimir Putin cuando el conflicto llegó a la marca de un año el viernes.

Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, trató de buscar aspectos positivos de la mesa redonda mundial sobre deuda soberana que ha reunido a acreedores públicos y privados en la mesa de negociaciones, con el compromiso básico de encontrar un terreno común.

Georgieva calificó la participación de China como "constructiva" en una entrevista con Haslinda Amin de Bloomberg Television el sábado y agregó que esos funcionarios tenían la responsabilidad como gran prestamista de ser una parte central de las negociaciones.

El jefe del FMI instó a un memorando de entendimiento sobre Zambia, la primera nación africana en incumplir, lo antes posible. Ella dijo que el país ha hecho "un trabajo increíble" reformando la economía y merecía un progreso en las conversaciones con los acreedores.

Aún así, hubo pocas señales de algún progreso concreto en las conversaciones cruciales de reestructuración de la deuda. Si no se llega a un acuerdo entre los principales acreedores, se corre el riesgo de prolongar un punto muerto que ha estancado los programas de reestructuración en países como Zambia y Sri Lanka.

El tipo de comunicado final de la reunión que se alcanzó en Bali en noviembre entre los líderes del G-20 está en duda, con la probabilidad creciente de que la nación anfitriona, India, en su lugar, emita un "resumen del presidente" que describa las diferentes posturas sobre los problemas de esta semana.

“No podemos ser complacientes frente a esa guerra”, dijo Georgieva, refiriéndose a su propia herencia europea y señalando que la Primera y la Segunda Guerra Mundial se extendieron debido a la complacencia.

Los líderes también destacaron la lucha en curso contra la inflación como una de las principales prioridades. La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, dijo a Bloomberg News en una entrevista el sábado que “la inflación sigue siendo un problema” y que “los datos que hemos visto sugieren que aún no está bajo control, pero se ha reducido”. Georgieva instó por separado a los bancos centrales a "mantener el rumbo" para volver a la estabilidad de precios que es fundamental tanto para los inversores como para los consumidores.