Crece la incertidumbre por la posible llegada de María Corina Machado a Noruega
miércoles, 10 de diciembre de 2025
En medio de una nueva ola de tensión entre EE.UU. y Venezuela, aún no se sabe nada del paradero de la nobel de paz; hace más de dos días que no se pronuncia en redes
Al cierre de esta edición, sigue creciendo la expectativa en Oslo ante la posible llegada de María Corina Machado para recibir personalmente el Premio Nobel de la Paz, un galardón que la posicionó como uno de los símbolos internacionales de la lucha democrática en Venezuela. Su aparición en la ceremonia de hoy se ha convertido en un acontecimiento rodeado de incertidumbre, tensión política y un interés mundial sin precedentes.
La ciudad capital se encuentra preparada para un evento de alto perfil, pero el misterio sobre si Machado podrá llegar a Noruega mantiene a la prensa y a los asistentes en un estado de atención permanente. Machado ha contado con el apoyo público de otros líderes latinoamericanos, como los presidentes Javier Milei de Argentina y José Raúl Mulino de Panamá, quienes dijeron que asistirán a la ceremonia en Oslo.
Machado ha pasado meses en la clandestinidad tras el incremento de la persecución política en su país, lo que complica su salida de Venezuela. Su familia ya se encuentra en Oslo, un hecho que alimenta las especulaciones sobre una inminente llegada, pero hasta ahora no ha habido una confirmación oficial.
La cancelación repentina de la rueda de prensa ayer, previa a la ceremonia reforzó las dudas sobre su situación y aumentó la tensión internacional. Para muchos venezolanos dentro y fuera del país, su eventual aparición sería un acto de enorme impacto simbólico, ya que significaría no solo un reconocimiento global, sino también un gesto de resistencia frente a un contexto de represión.
El Premio Nobel de la Paz que se le otorgó destacó su labor en la defensa de los derechos políticos, su insistencia en una transición pacífica y su capacidad para unificar sectores de la oposición. Su presencia en Oslo, de concretarse, podría convertirse en un momento histórico para la diáspora venezolana, que ya se ha congregado en distintos puntos de la ciudad con banderas, carteles y mensajes de apoyo. Para muchos de ellos, la posibilidad de verla en un escenario internacional representa una reivindicación moral en medio de años de crisis y exilio.
Si Machado logra llegar a la ceremonia, el impacto político sería inmediato. La atención mediática global pondría nuevamente en el centro del debate la situación de los derechos humanos en Venezuela y obligaría a gobiernos, organismos multilaterales y actores regionales a pronunciarse.
Su ausencia, en cambio, también tendría peso y evidenciaría las barreras impuestas por el gobierno venezolano y reforzaría la idea de persecución contra la oposición.
En paralelo a la expectativa por la ceremonia en Oslo, la relación entre EE.UU. y Venezuela atraviesa un momento particularmente sensible marcado por movimientos militares y reacomodos estratégicos. En los últimos días, se han reportado movimientos militares de Estados Unidos en el mar Caribe, asentando fuerzas en los puertos de Puerto Rico, a la espera de una nueva movilización hacia las costas de Venezuela. Desde Caracas han denunciado estas maniobras como una intromisión en sus asuntos internos.
El Gobierno estadounidense, por su parte, ha insistido en que estos despliegues tienen fines específicos, están coordinados con aliados tradicionales y responden a la necesidad de fortalecer la seguridad nacional, la cual ahora tiene como punto central la lucha contra el narcotráfico y contra los inmigrantes.
Se canceló la rueda de prensa del martes
El Instituto Nobel de Noruega anunció la cancelación de la conferencia de prensa prevista para la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, la cual estaba programada para ayer alrededor del mediodía, tras la incertidumbre sobre la asistencia de la ganadora del galardón, María Corina Machado. A pesar de que no se ha confirmado la asistencia de la líder opositora venezolana, su hija y su madre llegaron el domingo entre una delegación familiar a Oslo, según medios noruegos, pero la presencia de la Nobel sigue siendo un misterio.