Credit Suisse pidió perdón a sus accionistas por el colapso pero ellos critican a la Junta
martes, 4 de abril de 2023
En la última Junta de Accionistas para el banco que ahora tomará UBS, los portadores de títulos criticaron la alta gerencia de la entidad
Expansión - Madrid
Tras 167 años de historia, Credit Suisse celebró hoy su última Junta de Accionistas, en un pabellón abarrotado de pequeños accionistas que escucharon en silencio y atención a los máximos mandatarios de la entidad cuando explican los motivos del desplome de la entidad, que en los próximos meses será absorbida por su rival UBS.
Axel Lehmann, presidente de Credit Suisse desde enero de 2022, inició su intervención pidiendo perdón por no haber sido capaz de "detener la pérdida de confianza (del mercado) en el banco que se había ido acumulando durante varios años".
En su relato de lo sucedido, Lehmann indicó que el proceso de reestructuración y relanzamiento de la entidad se vio golpeado a mediados de marzo. "La realidad es que no hubo tiempo para que nuestra estrategia funcionara. Hasta la dramática semana de marzo, creí en la posibilidad de éxito del plan. Sin embargo, las subidas de tipos, la inflación y la volatilidad de mercado golpearon el sentimiento, y tras lo sucedido con los bancos estadounidenses (la bancarrota de Silicon Valley Bank), hubo miedo a un contagio global. Las redes sociales y la digitalización propagaron las llamas de este miedo. Todo ello nos golpeó en el momento más vulnerable".
La rápida fuga de depósitos en la semana del 15 de marzo convenció a Lehmann de que "el banco no podía ser salvado". Según explicó a los accionistas, quedaban entonces dos opciones: "acuerdo o bancarrota".
El domingo 19 de marzo, Credit Suisse aceptó la integración en UBS. "La fusión tenía que ir adelante. Los términos tenían que ser aceptados. La única alternativa hubiera sido una reestructuración según la legislación suiza, lo que hubiera provocado una pérdida total para los accionistas, riesgos impredecibles para los clientes, severas consecuencias para la economía y los mercados financieros globales".
En opinión del todavía presidente de Credit Suisse, la unión con UBS será un éxito y el nuevo grupo podrá expandir su posición de liderazgo como un gestor global de patrimonios basado en Suiza. Pero "Credit Suisse, desafortunadamente, no seguirá existiendo en su forma actual. Lo que queda, comprensiblemente, es decepción, amargura y -sobre todo entre los empleados- también tristeza por el final del banco".
Tras unos tibios aplausos, tomó la palabra el consejero delegado, Ulrich Korner, quien insistió en que la caída de Silicon Valley Bank y Signature Bank hizo imposible la salvación del banco.