Globoeconomía

Crisis energética y desigualdad social, los problemas más urgentes para Varela

Cynthia de Benito

Durante los próximos cinco años Juan Carlos Varela, presidente electo de Panamá, tendrá por delante dos principales retos: solventar la crisis energética que mantiene al país en racionamiento y reducir la desigualdad social que se sitúa en 51,9%, según el Banco Mundial.

El primer problema es el más inmediato, pues el riesgo de apagones en la Ciudad de Panamá es tangible, como expresó recientemente a LR el secretaría de Energía, Vicente Prescott.

El aire acondicionado, que supone 60% del consumo total de energía, no funciona entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde y los letreros luminosos y vallas solo se encienden, como máximo, entre las 6 de la tarde y las 10 de la noche desde que el pasado 10 de abril entraran en vigor las reestricciones.

Sobre la mesa continúa el proyecto de interconexión con Colombia, futuro proveedor, que aliviaría esta situación, aunque no llegaría antes de 2017. Mientras, los pantanos continúan en mínimos y el país sigue adelante con generadores alquilados y comprando a Guatemala al precio que toque.

El otro gran reto viene en la reducción de la brecha entre ricos y pobres, extremadamente elevada para un país que apenas cuenta con 3,5 millones de habitantes, que tiene previsto un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) que supera la barrera de 9%.

Así las cosas, si Varela quiere atajar estos problemas deberá conseguir una fuerte gobernabilidad, tarea en principio compleja, pues obtuvo cerca de 39,05% de los sufragios, seguido por el oficialista José Domingo Arias, de los partidos Cambio Democrático y Molirena, con cerca de 32%, y por el también opositor Juan Carlos Navarro, con 28%.

Entre los planes de Varela, empresario destacado en el negocio de los licores, figura la mejora de relaciones con la Venezuela de Nicolás Maduro, así como un proceso de reforma constitucional que tendrá como foco la reforma política y la descentralización, y que empezará a gestionarse a partir del 1 de julio de 2015.