¿Cuál es el objetivo de los buques estadounidenses frente a las costas venezolanas?
jueves, 21 de agosto de 2025
Si bien EE.UU. ofreció una recompensa de US$50 millones por Nicolás Maduro, asegura que los destructores en el Mar Caribe son parte de una operación contra el narcotráfico
Aumenta la tensión por parte de Estados Unidos en aguas del sur del Mar Caribe en su búsqueda por acabar con los cárteles de droga latinoamericanos. El país estadounidense envió tres destructores con misiles guiados que se ubicarán a 12 millas de las costas venezolanas en medio de una operación que busca contrarrestar amenazas contra la seguridad nacional de EE.UU. realizadas por organizaciones narcoterroristas.
Los buques elegidos para intervenir este problema son el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, los cuales tienen misiles Tomahawk que pueden batir objetivos de artillería naval a larga distancia; tienen misiles cortos para combate naval, que podrían destruir la armada venezolana por su poderío militar; además cuenta con la posibilidad de batir objetivos en las costas; por otro lado, tienen la facilidad de transportar tropas de infantería marina para desembarcar en las costas, entre otras más.
"Los destructores que tiene Estados Unidos tienen misiles estómago que pueden disparar, batir objetivos de artillería naval a larga distancia. De hecho en el golfo Pérsico Rosa han usado muchas veces para atacar y en el ataque combinado aéreo terrestre que se le hizo a Irán recientemente para destruir los depósitos de nucleares y utilizaron este tipo de misiles", dijo Luis Alberto Villamarin, analista internacional y de seguridad.
Agregó que tienen misiles cortos para combate naval, es decir, para combatir con otros buques de la Armada venezolana. "También pueden abatir objetivos en las costas, es decir, pistas aéreas, bases aéreas, fortificaciones que puedan existir, cuarteles, depósitos de municiones, puertos para atracar buques o para despachar apoyos logísticos para los buques en alta mar y también puede destruir instalaciones de inteligencia", dijo.
Ante esto, Diego Botero, abogado especialista en Derecho Administrativo y máster en Seguridad y Defensa Nacional, dijo que, “los destructores pueden controlar el espacio aéreo y marítimo, interceptar embarcaciones de narcotráfico y ejecutar ataques de precisión contra objetivos costeros con misiles Tomahawk o fuego naval. Cabe aclarar que no están diseñados para “destruir costas” como se ha especulado, ni para librar operaciones tales como aprehender a Maduro; ese tipo de acciones requeriría fuerzas especiales, no destructores”.
Pese al gran poderío que tiene Estados Unidos con este armamento, expertos aseguran que no entraría en conflicto con Venezuela. La llegada de los buques al Mar Caribe es además una muestra de poder frente a los países que cuentan con grupos relacionados al narcotráfico y terrorismo.
Esta ofensiva se centra únicamente en acabar con el tráfico de drogas que, de acuerdo con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, busca “reducir el soporte financiero para el narcotráfico que provee al régimen corrupto de Maduro en Venezuela y a otros actores perniciosos de los fondos necesarios para realizar sus actividades malignas”. Anteriormente, el gobierno de Donald Trump, acusó de narcotráfico al presidente Nicolás Maduro y a una decena de altos funcionarios o exfuncionarios de Venezuela; además, la Casa Blanca no reconoce a Maduro como gobernante legítimo de Venezuela.
A pesar de no buscar atacar, ni entrar en conflicto con el pueblo venezolano, Estados Unidos busca acabar con los cárteles que considera terroristas, entre los cuales se encuentra, el Cartel de Los Soles, el Cartel de Sinaloa y el Tren de Aragua; para esto el presidente Trump firmó una orden secreta que autoriza al Pentágono a usar fuerza militar contra carteles y organizaciones de narcotráfico en Latinoamérica.
Estados Unidos ha reforzado su presencia en aguas del Caribe con el despliegue de tres buques y más de 4.000 soldados, de los cuales no se descarta que esta cifra pueda aumentar en los próximos días. Pese a ser un problema de lucha contra el narcotráfico, se tienen en cuenta otros conflictos y discusiones que anteriores entre Trump y Maduro, por el cual ofrecen US$50 millones de recompensa por su paradero.
Pese a que Estados Unidos desplegó gran parte del armamento militar, y que en caso de querer atacar lo podría hacer, los buques se ubicarán a 12 millas de distancia de la costa venezolana. Desde este lugar controlarán parte del Mar Caribe para combatir el narcotráfico.
El despliegue es un método de defensa
Pese a que el envío de buques puede ser relacionado con ataques que Estados Unidos piensa tener en un futuro, también es una manera de defenderse; expertos aseguran que aunque la justificación inmediata es el narcotráfico, detrás operan intereses geopolíticos y de seguridad nacional: frenar la influencia de Rusia, China e Irán en el Caribe, contener la crisis migratoria, proteger rutas energéticas y aislar a un régimen acusado de narcoterrorismo. La llegada al Mar Caribe también es una estrategia para controlar parte importante de América Latina.