¿Cuántos litros de gasolina se pueden comprar con un salario mínimo en la región?
martes, 13 de septiembre de 2022
El país que tiene mayor poder adquisitivo del combustible es Venezuela, con 1.132 litros; seguido de Ecuador (670 litros), Bolivia (599 litros) y Colombia (411 litros)
América Latina tiene algunos de los países donde el litro de gasolina es más barato que en el resto del mundo. Dentro de los primeros lugares destacan Venezuela, con un costo de US$0,022; Bolivia, con US$0,542; Colombia, con US$0,557 y Ecuador, con US$0,634. Pero, ¿cuántos litros de gasolina pueden comprarse con un salario mínimo en la región?
Por ser uno de los mayores exportadores de crudo, el que tiene más poder adquisitivo de este insumo para el transporte y otras operaciones es Venezuela, que con un salario mensual convertido a dólares (US$24,91) se consiguen 1.132 litros.
A esta nación le sigue Ecuador, con 670 litros si se tiene en cuenta que el mínimo es de US$425 y cada litro cuesta US$0,635, según datos de Global Petrol Prices. En el ranking le siguen Bolivia, con 599 litros; Colombia, con 411 litros; Argentina, con 331 litros; Chile, con 289 litros; Paraguay, con 262 litros; Uruguay, con 239 litros; Brasil, con 229 litros y Perú, con 186 litros (ver gráfico).
En este panorama influyen diversos factores como la inflación, las tasas de interés y la devaluación de las monedas latinoamericanas ante un fortalecimiento del dólar, que se ha disparado ante la posibilidad de una recesión en Estados Unidos y los temores globales generados por la guerra en Ucrania.
Otra de las variables directas es el precio del crudo a nivel internacional que, de hecho, cayó después de que los datos mostraran que los precios al consumidor de EE.UU. permanecieron altos en agosto. “Parece que el riesgo de que la Fed envíe a la economía estadounidense señales de política monetaria dura todavía está sobre la mesa y eso no es un buen augurio para la perspectiva de la demanda de crudo a mediano plazo”, dijo Edward Moya, analista senior de mercado de Oanda.
A principios de septiembre, los precios de dicha materia prima alcanzaron el nivel más bajo desde enero y el dólar estadounidense subió a máximos históricos mientras los bancos centrales se preparaban para más subidas de tipos.
Los vientos en contra fundamentales persisten ya que Arabia Saudita le dijo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) que elevó la producción de crudo por encima de los 11 millones de barriles por día por primera vez en más de dos años, mientras que los inversionistas están preocupados por el consumo global a medida que China lucha contra los brotes de virus.
“No esperamos un repunte sostenido pronto, pero estimamos que la perspectiva de riesgo recompensa ha mejorado nuevamente”, dijeron analistas de Morgan Stanley, incluidos Martijn Rats y Amy Sergeant, en una nota. “La perspectiva estructural del mercado del petróleo sigue siendo de estrechez, pero por ahora esto se ve contrarrestado por los vientos en contra de la demanda cíclica”, resaltaron.
Algunos bancos líderes han estado reduciendo sus expectativas sobre el precio del petróleo para el resto de este año. Morgan Stanley redujo sus pronósticos de precios de Brent para este trimestre y el próximo luego de un movimiento similar de UBS Group AG a principios de esta semana.
Sin embargo, J.P. Morgan reiteró su pedido de que el petróleo alcance los US$150 y señaló que la demanda de China revivirá una vez que se levanten los bloqueos relacionados con la pandemia, mientras que los exploradores internacionales no están invirtiendo lo suficiente para reemplazar las reservas existentes.
Por separado, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo que es poco probable que EE. UU. e Irán lleguen a un nuevo acuerdo nuclear en el corto plazo, haciéndose eco de los comentarios recientes de Francia, Alemania y el Reino Unido, y retrasando la probabilidad de cualquier aumento sustancial en el petróleo iraní. envíos a corto plazo.
No obstante, el mismo EE.UU. podría comenzar a recargar su reserva petrolera de emergencia cuando los precios del crudo caigan a alrededor de US$80 por barril, según personas familiarizadas con el asunto citadas por Bloomberg.
Estos factores han llevado a que las facturas de electricidad de agosto para los consumidores allí aumentaran más desde 1981, creciendo 15,8 % con respecto al mismo período hace un año, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU.
En el caso de Colombia, el aumento en las tarifas del galón de combustible para limitar el gasto del Fondo de Estabilización de Precios impactaría los costos del transporte y los alimentos, sumándole a la inflación local, la cual se ha visto influenciada por el panorama global.